Atlixco, Pue.- Jaqueline fue brutalmente golpeada por su pareja sentimental, Héctor Alejandro Huerta Aroche, quien se desempeña como jefe de Protección Civil municipal en este municipio.

Lesionada en cara, piernas y tres vértebras cervicales del cuello, Jacqueline ahora tiene que usar collarín por las lesiones y dejar de trabajar, lo que representa pérdidas económicas para ella.

Ya había presentado otros daños físicos causados por su pareja, así como infidelidad, pero no se había decidido a denunciarlo hasta este momento, cuando los golpes alcanzaron a su hija de 12 años.

Ahora, tras presentar la denuncia ante el Ministerio Público, la cual quedó asentada bajo la averiguación previa 2248/2013/Atlixco, Jacqueline busca el apoyo del presidente municipal Ricardo Camacho para que se haga una investigación del estado en el que se encuentra el departamento de Protección Civil, así como llegar hasta las últimas consecuencias.

En entrevista, la afectada explicó que ella ya había decidido abandonarlo, por los daños físicos y psicológicos que le había causado en un pasado, pero no fue hasta ahora que se decidió, luego de que se lo encontró en una fiesta, donde el sujeto -que estaba alcoholizado-, aprovechó para golpearla, así como a una niña de 12 años, hija de Jacqueline.

“Lo que más me duele es que se atrevió a tocar a mi hija, una niña de 12 años que al ver cómo me estaba golpeando él, ella se metió a defenderme y se puso a golpearla como si fuera un hombre también”.

Tras conocerse la agresión, han sido múltiples muestras de solidaridad las que ha recibido la afectada por parte de mujeres y la sociedad atlixquense, quienes también piden castigo para el jefe del área del ayuntamiento.

El funcionario es conocido como una persona con un problema muy fuerte de alcoholismo e inclusive, se le vincula con actos de corrupción al presuntamente permitir el funcionamiento de establecimientos con irregularidades en sus medidas de protección civil. 

La afectada señala que por el puesto público que desempeña Huerta Aroche en el ayuntamiento, en varias ocasiones la amenazó de muerte y de incendiarle su negocio.

A las mujeres que sufren violencia física, moral o psicológica, Jacqueline lanzó el consejo  de que “nunca es tarde y el regalo que tenemos más preciado es la vida, el respeto a nosotras mismas"

Asimismo, reconoció: "me siento mal conmigo misma por haber permitido tantos años esta situación, pero yo sé que a partir de ahora todo será diferente”.