Huauchinango, Pue.- Trabajadores de Petróleos Mexicanos (Pemex) atribuyeron el desabasto de gasolina en la sierra norte de Puebla a la disminución en el bombeo del combustible provocada por el uso de un ducto de 10 pulgadas de la empresa Gasomex, debido a que no se ha concluido la reparación de los tubos fracturados en Cuaxicala, en Huauchinango.

Los obreros, que pidieron su derecho al anonimato, indicaron que los trabajos de reparación de un tramo del ducto de 18 pulgadas Poza Rica-Venta de Carpio que fue arrastrado por un deslave durante el paso del huracán Ingrid el pasado 14 de septiembre, podrían prolongarse dos semanas más y esto ha generado consecuencias sobre la oferta de los carburantes en varios municipios de la sierra noroccidental.

Ante esta situación, señalaron, se está usando de manera provisional una fracción del ducto de 10 pulgadas que la empresa Gasomex está tendiendo desde Tuxpan, Veracruz hasta Atotonilco, Hidalgo, pero su capacidad es 90 por ciento menor que la que se ocupa regularmente para trasportar la gasolina.

Precisaron que el trecho de la tubería de la empresa particular que está ocupando la paraestatal tiene una longitud aproximada de 3.5 kilómetros y va desde la población de Cuahueyatla hasta la propiedad del señor Manuel Esquivel Carmona, en Cuaxicala, ambas comunidades pertenecientes al municipio de Huauchinango.

Los trabajadores petroleros del Sector Catalina dijeron desconocer la cantidad que Pemex podría estar pagando a Gasomex por el uso de sus instalaciones o se trata de un acuerdo “a valores entendidos” entre ambas empresas debido a que la segunda es concesionaria de la primera.

Este medio buscó la versión de Gasomex, a través de algunos de sus representantes en la región, como los encargados de la elaboración de su Manifiesto de Impacto Ambiental, pero dijeron desconocer la existencia de un acuerdo y, en caso de que lo hubiera, los términos del mismo.

Mientras, la desinformación sobre la falta de gasolina ha propiciado toda clase de rumores entre los automovilistas y concesionarios del transporte público, quienes incluso especulan que se puede tratar de un “nuevo aumento de precios” o de “maniobras para presionar la aprobación de la reforma energética”.