Sierra Norte de Puebla.- Siete personas han sido ejecutadas en menos de dos semanas en la Sierra Norte de Puebla sin que las autoridades hayan dado a conocer las causas del recrudecimiento de la violencia en la región que ha sido, además, escenario de atracos como los perpetrados en Xicotepec en el mismo periodo.

En los primeros 12 días del mes de septiembre se han registrado siete homicidios “al estilo del crimen organizado”: uno en Xicotepec, uno en Venustiano Carranza, dos en Pahuatlán, uno en Naupan y dos en Jalpan.

La situación, sólo ha disparado el temor entre la población, pues ni autoridades municipales, estatales o federales han tomado medidas que incluyan la ampliación de patrullajes o la reactivación de retenes en los accesos carreteros, tampoco se han observado rondines de miembros del ejército.

El Monster fue el primero

La racha criminal inició con el mes de septiembre, cuando el primer día en las aguas del río Zilima, en el municipio de Xicotepec cerca del puente que va a Santa Rita, fue hallado por vecinos de esa comunidad el cuerpo de un hombre de aproximadamente dos metros de estatura, atado de pies y manos, y con huellas de tortura.

El cadáver de quien más tarde fue identificado como Juan Carlos Chávez Pérez alias “El Moster”, de 27 años de edad, presentaba dos heridas de arma punzo cortante en el  cuello, golpes contusos en diversas partes del cuerpo y estaba semidesnudo.

De acuerdo con las primeras versiones que con carácter extraoficial dio a conocer la Policía Ministerial, este homicidio podría ser “un ajuste de cuentas entre los mismos drogadictos”.

Sangriento almuerzo

Dos días más tarde, el 3 de Septiembre el ganadero y empresario de giros negros, Guadalupe Guzmán Lemus, de 30 años de edad, originario de la comunidad de Nuevo Cabellal y propietario del bar “Los Tres Potrillos”, fue asesinado a balazos mientras almorzaba con su familia en una fonda ubicada en la calle 16 de Septiembre en pleno centro de Agua Fría, cabecera municipal de Venustiano Carranza.

En los hechos en los que pereció el dueño del bar “Los Tres Potrillos”, resultó lesionada la dueña del restaurante en el que estaba, Karina Peralta Hernández y acontecieron en la calle principal y más concurrida del poblado debido a que ahí se instala el tianguis, la 16 de Septiembre y a plena luz del día.

El agresor disparó nueve balazos, corrió y abordó una camioneta Toyota de color gris, de modelo reciente, que lo esperaba y huyó sin problemas, debido a que la Policía Municipal “llegó unos 30 minutos después, a pesar de que los tiros fueron a unos 150 metros de la comandancia”.

Clientela “insatisfecha”

Al día siguiente, el 4 de Septiembre por la noche, fue localizado con una herida en la cabeza el cadáver de un hombre de la tercera edad dedicado a la “brujería”, en la comunidad de Atlantongo, municipio de Pahuatlán.

El cuerpo de José Agustín Ortega fue hallado en un terreno de su propiedad denominado El Chichisiral, cerca de las 20:40 horas, por los vecinos de la víctima, luego de que junto con su familia se pusieran a buscarlo debido a que muy temprano había salido de su vivienda con la finalidad de recoger leña para uso doméstico y ya no regresó.

Tanto los vecinos como sus familiares, dijeron desconocer el posible móvil de su asesinato, pero fuentes de la policía indicaron que podría obedecer a “un trabajo mal hecho” y se investigan en la Averiguación 1051/2013/Huau.

Fallece frente al palacio municipal

El domingo pasado 8 de septiembre fue asesinado con disparos de retrocarga Juan Manuel Bernal Sierra de 27 años de edad, originario de Tizayuca, Hidalgo, en el camino que va a la comunidad de Xilepa, en el municipio de Pahuatlán, luego de haber sostenido una discusión en los portales del centro de la cabecera.

El joven murió afuera del Palacio Municipal, a donde fue llevado luego de la balacera para que fuera atendido por personal del Servicio de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA) pero sus heridas eran de gravedad.

Los taxistas

El sábado 7 de septiembre, con dos balazos en la cabeza y un billete de 50 pesos en las manos, dentro de un vehículo en el que ruleteaba sin contar con el permiso correspondiente, fue encontrado el cuerpo de Marcial Lezama Hernández de 36 años de edad, vecino del municipio de Naupan.

El automóvil, una camioneta Tsubame con placas MLV-55-42 del Estado de México fue abandonado en los límites de Puebla e Hidalgo sobre la carretera Interserrana Tejocotal–Naupan, en las inmediaciones de la comunidad de El Alambique.

Afuera del vehículo fueron encontrados cuatro casquillos calibre .32, por lo que se dedujo que el homicida le disparó a una corta distancia.

Algunos trabajadores del volante especularon que a Marcial le pidieron un servicio y lo llevaron “engañado” hasta el lugar donde fue asesinado. Los hechos están consignados en la Averiguación Previa 1055/2013/Huau.

El 11 de septiembre fue encontrado el cadáver de otro taxista con dos impactos de bala en la mejilla derecha en la comunidad Pozo del Tigre del municipio de Jalpan.

Fueron los habitantes de la población quienes hallaron el cuerpo de quien horas más tarde fue identificado como Bernardo Márquez, de ocupación taxista de 35 años de edad y originario de Villa Lázaro Cárdenas (La Uno), municipio de Venustiano Carranza.

El cuerpo permaneció algunas horas en calidad de desconocido en la morgue particular de esa Villa, donde fue identificado por el padre de la víctima, del mismo nombre, quien iba a denunciar la desaparición de su hijo producida 24 horas antes, luego de que llegaran a pedirle “un viaje especial”.

Una pasión me domina

Un día antes, el 10 de septiembre, fue encontrado en la autopista México-Tuxpan a la altura del municipio de Jalpan, el cuerpo de un hombre que a la fecha permanece en calidad de desconocido en el anfiteatro de La Uno.

El cadáver presentaba un balazo en el rostro y había sido amordazado con una blusa de mujer en el cabeza y atado de las manos.

De acuerdo con reportes oficiales estaba con dirección de sur a norte y corresponde a un hombre de unos 25 años de edad que vestía pantalón de casimir, zapatos tipo choclo y alrededor de la cabeza tenía amarrada una blusa femenina que ha hecho suponer que el móvil del crimen fue pasional.

Tras el hallazgo llegaron al lugar elementos de las policías Federal, Ministerial y Estatal así como el agente del Ministerio Público del La Uno, quien realizó el levantamiento del cadáver e inició la averiguación previa 340/2013/VLC.

De acuerdo con José Luis Contreras, ex policía y conocedor de los temas de seguridad, por la manera en que han sido cometidos estos crímenes buscan “causar pánico en la sociedad”.