Pahuatlan, Pue.- Tras el incendio de la Presidencia Auxiliar de Atla, el alcalde de Pahuatlán Melitón Guzmán Vallejo decretó un “toque de queda” en la comunidad y giró instrucciones a la autoridad comunitaria para impedir que después de las 00:00 horas la gente camine por las calles “con el fin de disminuir los índices de inseguridad”.

En entrevista telefónica el alcalde de extracción priista indicó que Atla es una comunidad “difícil” y aseguró que luego del ataque al edificio público perpetrado durante la madrugada del sábado pasado, se reforzará además la presencia de las policías Preventiva Estatal y Municipal.

El objetivo, precisó, es evitar que “los vándalos se aprovechen de esta situación” y de los cortes de energía eléctrica, para cometer ilícitos que no podrán ser castigados debido a que los vecinos no pudieron identificar a los presuntos responsables.  

Indicó que tras la evaluación de los daños se determinó que ascienden a 5 mil pesos y afectaron una puerta y el mobiliario de la alcaldía auxiliar, pero que el pago “ya está solucionado pues el Sistema DIF municipal va a cooperar de su presupuesto para la pintura de todo el edificio”.

Melitón Guzmán Vallejo coincidió con el alcalde auxiliar, Moisés Domínguez Vargas, al suponer que detrás del incendio hay motivos políticos derivados de los resultados de la pasada contienda electoral del 7 de Julio en los que ganó el candidato de Puebla Unida a la presidencia municipal.

Pero Atla, recordó, es una comunidad “difícil donde ha habido muertos por diferencias políticas e incluso hay conflictos por el agua”, por lo que agregó que ya hay indicios claros de quiénes podrían ser los responsables del ataque, de la misma manera que lo expresó Moisés Domínguez Vargas aunque se negó a darlos a conocer por temor a represalias.

Atla en náhuatl quiere decir agua, es una población con poco más de 2 mil 500 habitantes hablantes de la lengua náhuatl en la que, paradójicamente, la guerra por el vital líquido ya dejó un muerto en mayo de 1999: el priista Francisco Román Pérez.

Además el conflicto tuvo en la cárcel “por un cuatro que les pusieron” a José Ramón Aniceto Gómez y Pascual Agustín Cruz, reconocidos por Amnistía Internacional como presos de conciencia. Que fueron liberados en noviembre pasado, tras más de tres años de estar en la cárcel.