Nopala, Pue.- Las diferencias surgidas por las preferencias de dos grupos de personas respecto a igual número de panteones en la junta auxiliar de Nopala, municipio de Huauchinango, terminaron en una aparente riña y la detención del ex presidente de la comunidad Claudio Leyva Bustos.

Los hechos acontecieron el viernes pasado, alrededor de las 20:30 horas cuando la ex autoridad auxiliar recibió comentarios de que en una reunión para el cambio de administración de la empresa Distribuidoras Conasupo, S.A. (Diconsa), se estaba utilizando para “hablar mal del párroco de Huauchinango, José Gustavo Corona” y del mismo Leyva Bustos.

Según versiones del ex presidente auxiliar “al sacerdote se le estaba cuestionando por haberse negado a bendecir un nuevo panteón de Nopala, incluso dijeron que habían dado parte de lo sucedido a la Arquidiócesis con sede en Tulancingo, Hidalgo” y a Claudio Leyva por “vender unos terrenos de la comunidad”.

Claudio Leyva irrumpió en la reunión y se dirigió al jefe del almacén de Diconsa ubicado en la junta auxiliar de Beristáin, municipio de Ahuazotepec, Manuel Galindo López, quien encabezaba el encuentro en la tienda de Nopala.

“De inmediato, el agente subalterno de Nopala, Hermelindo Méndez Vargas, me dijo que me callara y yo le respondí que no tenía por qué callarme. Los ánimos se calentaron. Una mujer de nombre Nieves Cabrera Maldonado me pegó en la cara y se armó un jaloneo”, describió Claudio Leyva.

Alguien llamó a la Policía Municipal pues llegó una patrulla con uniformados al lugar de los hechos, bajo el mando del comandante Oscar Alvarado Muñoz. Claudio Leyva fue señalado por el presidente auxiliar Inocencio Vargas, como el principal agresor de Nieves Cabrera, del juez de la comunidad de nombre “Gervasio” y de él mismo “con quien no tuve contacto en ningún momento”, afirmó Claudio.

Con la intención de cambiar los ánimos, porque ya habían llegado personas afines al ex presidente auxiliar de Nopala y estaba a punto de darse una batalla campal entre los dos grupos, “yo le dije al comandante que lo acompañaba, por lo que no me esposaron y nos venimos platicando amablemente hasta las instalaciones de la comandancia municipal de Huauchinango, en donde el jefe de la policía me dijo que me iba a tener que quedar para que la gente que nos había seguido desde la comunidad, se calmara”.

Claudio Leyva refirió que el médico legista Rogelio Cuautle y un agente del Ministerio Público con quien no tuve contacto, dieron fe de que yo no golpeé a nadie, por eso es que no encontraron elementos para internarme en el Centro de Reinserción Social (Cereso) y por el contrario, yo sí fui agredido físicamente”, distinguió.

El acusado negó que en el momento de los acontecimientos haya estado bajo los influjos del alcohol, “es mentira, tan es así que me acuerdo bien de manera cronológica como se dieron los hechos y tengo conciencia de que no estaba briago”, dijo.

Respecto a los hechos, la dirección de Comunicación Social del ayuntamiento emitió un boletín en el que refiere que el ex alcalde, militante del PRI y opositor de las autoridades municipales, había sido detenido en estado de ebriedad y por agredir a una persona. Aunque no explicaron en qué circunstancias había sido puesto en libertad.