Puebla, Pue.- A diferencia de años anteriores, cuando miles de seguidores visitan el sepulcro Pedro Infante, este año, debido a la pandemia del Covid-19, luce una tumba sucia y desolada al cumplirse 63 años del fallecimiento de la leyenda mexicana.

Tal como lo anunciaron las autoridades de la Ciudad de México, las puertas del Panteón Jardín permanecen cerradas a fin de evitar que en estos espacios se hagan aglomeraciones, y con ello poner en riesgo la salud de las personas.

En comparación con años anteriores, a estas horas ya estarían los mariachis entonando Las Mañanitas y una secuencia de canciones que interpreto el ídolo de México, pero hoy es diferente, solo se escucha el trinar de las aves y la soledad de un cementerio.

Arreglos florales, música, cantos, retratos, guitarras y demás muestras de cariño de los mexicanos al artista, se guardan en esta ocasión en las casas de cada uno de sus seguidores, porque la cuarentena por el coronavirus no permite que la gente salga a la calle, mucho menos que se reúnan mas de 20 personas en un solo espacio.

Se espera que las muestras de cariño para la memoria de Pedro Infante se expresen en las redes sociales, mientras que su tumba siga cerrada, olvidada y abandonado por un año más.

Su música y sus películas seguirán transmitiéndose por los medios tradicionales, recordando a las nuevas generaciones que hace medio siglo del pasado hubo una gran estrella en México, que tuvo una vida extraordinaria y que se apagó tan fugas como solo lo hacen las estrellas en el firmamento.

Nació  el 18 de noviembre de 1917 en Mazatlán, Sinaloa y murio el 15 de abril de 1957 en Merida, Yucatan. Fue cantante y actor en más de 60 peliculas y grabo 314 canciones.

Murió a los 39 años cuando el avión que piloteaba se cayó en pleno centro de la ciudad de Mérida durante su despegue.

Foto redes sociales

agb