Huauchinango, Pue.-  A pesar de que los carniceros afectados por la suspensión de la matanza de reses en el Rastro Municipal de Huauchinango gestionaron una audiencia con el administrador Pedro Ramos desde hace más de dos semanas, será hasta este martes cuando podrían recibir una explicación sobre los trámites realizados por el ayuntamiento para la reapertura del servicio.

A 17 días de que el Rastro Municipal de Huauchinango fue suspendido por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) el administrador del centro de degüello municipal no le ha dado la cara a los tablajeros para informar sobre lo que está aconteciendo.

Según los expendedores de productos cárnicos de la cabecera municipal y los alrededores que utilizan el centro de degüello, se había pedido una aclaración de lo que ha sucedido y de la situación legal en el inmueble que da un servicio público. Pero Pedro Ramos no ha podido “o no ha querido dar la cara” y decir qué trámites ha seguido el ayuntamiento ante la Secretaría de Salud federal.

Lo anterior cuando están por cumplirse tres semanas desde que se sancionó al Rastro Municipal, ordenando la interrupción de la matanza de ganado vacuno, tras un operativo en el que se encontró clembuterol en los canales de un animal que iba a ser comercializado en el mercado de esta cabecera, además de otras irregularidades.

A la fecha prevalece una tensa calma entre los usuarios y el ayuntamiento e informalmente se comunicó a algunos carniceros que esta tarde habría una reunión informativa de parte de los encargados de la administración del centro de matanza.

Indicaron que con esta medida finalmente se podría terminar con la zozobra sobre el destino de las instalaciones y la vigencia de la suspensión temporal de la matanza de reses, “debido al hallazgo de sales prohibidas en los canales de carne”.

Los tablajeros inconformes con el cierre parcial de las instalaciones del punto de sacrificio animal, explicaron que las gestiones de una explicación, se hicieron desde hace 12 días, debido a que las autoridades municipales habían dicho que el cierre sería solamente por cinco días, “pero la inquietud vino cuando la demora se hizo notable”, explicaron.

Desde el momento en que se ordenó la suspensión de la matanza de vacunos, el pasado 20 de julio, el ganado de los tablajeros de Huauchinango  es sacrificado en el rastro municipal de Xicotepec y aunque el arrastre de los canales es hecho por una camioneta del centro de degüello suspendido, los costos para los afectados se ha incrementado en un 60 por ciento.