Jalpan, Pue.- Las lluvias del año pasado hicieron famosas a La Cuchilla en Jalpan y El Tepetate en Xicotepec, dos pequeñas comunidades situadas una frente a otra en la ribera del Río San Marcos cuando la furia del torrente arrastró el puente que las comunica; en estos días un nuevo foco rojo volvió a encenderse en La Cuchilla ante su eventual “desaparición”.

La minúscula ranchería del municipio de Jalpan es habitada por unas 50 personas que, de acuerdo con el alcalde Humberto Olarte Romero, viven en riesgo ante la posibilidad de que las abundantes precipitaciones pluviales vuelvan a sacar al San Marcos de su cauce en unos cuantos minutos, debido a que es considerado un río de respuesta rápida.

El edil advirtió que la demarcación que gobierna en temporada de lluvias es considerada como de “desastres constantes” y en el caso de La Cuchilla, aunque sus pobladores pudieran ser desalojados, sus casas quedarían a expensas del río y condenadas a desaparecer.

Sin embargo, el San Marcos no es la única preocupación de los jalpenses también el Arroyo Seco del que nadie recuerda aquí por qué le dieron el nombre si en tiempo de aguas puede ser igual o más bravo que el San Marcos.

Las 25 familias que viven en este lugar parecen estar condenas a ser las eternas damnificadas en temporada de lluvias y huracanes en la región. Desde el 2008 el Sistema Estatal de Protección Civil determinó su reubicación pero hasta ahora ninguna autoridad ha tomado alguna medida al respecto.

Las viviendas de estas 150 personas, se encuentran asentadas en el derecho de vía federal y aunque hace más de un lustro se construyó un muro de contención natural pronto fue también arrastrado cuando las lluvias arreciaron y tuvieron que salir de sus casas.

Otro grave problema que se agudiza en esta época es el mal estado de los caminos “pues aunque no ha habido desgajamientos, no hay ríos desbordados que afecten los accesos”, sí están deteriorados, indicó el alcalde que en su cuarto gobierno municipal fue postulado por el Movimiento Ciudadano.

El que tiene más graves daños, precisó Olarte Romero, es “La Bajada”, que va de la comunidad de Jalpan al Ejido de Jalpan. “La gente puede entrar y salir, pero el tránsito vehicular se hace muy difícil. Los trayectos se hacen tardados y en ocasiones se llegan a perder oportunidades para el comercio o la gente llega tarde a los trámites que necesita”.