Atlixco, Pue.- El Punto Marconi o Cerro del Ovni sigue siendo un sitio visitado por cientos de turistas durante los fines de semana, en la junta auxiliar de Metepec, perteneciente al municipio de Atlixco; el enigma de los ovnis aún logra atraer personas por conocer este monumento y la historia que encierra.

En las décadas de los años ochenta y noventa, este sitio se dio a conocer por avistamientos ovnis que se registraban en este lugar. Fue así como este punto se consideró  uno de los siete lugares a nivel mundial con más avistamientos de ovnis, creándose gran fama con la que  logró atraer a cientos de visitantes como hasta hoy en día, e inició un gran crecimiento de restaurantes y cabañas, pues el cerro del ovni se convirtió en un gran atractivo.

Fue hasta mayo de 2001, cuando el Ayuntamiento de Atlixco solicitó a la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla BUAP, un viejo tanque elevado en desuso ubicado en Ciudad Universitaria, el cual se empleó para ser la base del Ovni de este cerro. El escultor chileno Ricardo Vivar, que creaba obras con desechos industriales, construyó esta obra con la forma que los atlixquenses decían haber visto. Fue así como en julio del 2001 pasó de ser un tanque olvidado a una nave extraterrestre, con diámetro de 8 metros y altura de 7 metros, ahora visible desde la carretera que conduce a Atlimeyaya,  porque está en la cima del cerro de la Casita Blanca de Metepec.

Adriana “N”, habitante del lugar, comentó que es común que los fines de semana este punto sea visitado por personas debido al enigma que representa.

Señaló que ella era muy niña cuando escuchaba que sus padres decían que en este cerro se veían unas luces de colores, que eran ovnis que venían a observar o recabar datos del comportamiento del volcán Popocatépetl, de ahí que este sitio comenzara a hacerse famoso.

Agregó que hasta la actualidad, hay gente que aún dice ver estas luces de colores, por lo cual este punto sigue siendo un enigma que atrae a ciento de visitantes.

Foto: Lidchy Cano

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