Izúcar de Matamoros, Pue.- Unos segundos cambiaron la vida de Rosa. El sismo del 19 de septiembre de 2017 la dejó sin casa, con un negocio al borde de la quiebra y con deudas.

Rosa Andrea Vázquez Flores piensa que la recuperación económica llegará a su tierra, Izúcar de Matamoros, en dos, quizás cinco años. Y es que después del terremoto ha sufrido para mantener abierta su papelería, incluso ya pensó cerrarla y cambiar de giro.

Propietaria de la papelería Rosita, recuerda que el sismo se llevó a las escuelas que le mandaban decenas de clientes. Ahora los alumnos reciben clases en otros lugares porque la primaria Herculano Sánchez fue una de las dañadas.

A Rosa se le cayeron dos techos, uno de la bodega donde guardaba productos, y otro de su hogar, por si fuera poco el colapso de la cúpula de la iglesia de San Juan de Dios tiró escombro en su hogar.

Por tal razón vivió cerca de un mes con familiares, además de quedar endeudada con sus proveedores quienes le querían cobrar el seis por ciento de intereses, hasta que pudo demostrar que era afectada.

Ahora, con un techo apuntalado y otro de lámina, regresó a su negocio y casa, pues tiene que trabajar para sostenerse.

Sus daños fueron clasificados como parciales y solo recibió el apoyo de 15 mil pesos por parte del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden), pero un techo de cemento cuesta 28 mil pesos, por lo que espera los otros 10 mil pesos que le prometieron las autoridades.

Ilustración: municipiospuebla

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