Puebla, Pue.- “Pensé que me lo iban a dar pequeño, entonces empecé a ver fotos recientes y lo empecé a ver más grande, el volverlo a ver fue muy difícil pero me preparé para ese momento. Estos días que hemos convivido han sido muy difíciles porque el niño no me conocía”, manifestó Ofelia tras recuperar a su hijo, a quien le dijeron que lo había abandonado.

Después de meses de casada, por la violencia de la que fue víctima, Ofelia decidió abandonar a su esposo y llevarse a su hijo. Sin embargo, tiempo después, al ir a recoger a su hijo, el hermano de su pareja la esperaba, ahí la golpeó y se llevó al niño.

Desde hace ocho años Ofelia no veía a su hijo y ahora que lo tiene enfrente, no lo puede abrazar ni besar, porque él la rechaza. La psicóloga le pide que le de espacio para que entienda que ella es su mamá. Pero Ofelia sufre porque quiere demostrarle su cariño, aunque para él ella sea una desconocida.

En 2011, la agraviada logró el divorcio y durante el proceso le concedieron la guarda y custodia. Al continuar con el trámite para recuperar a su hijo y ante la negativa de los familiares del ex esposo para entregarlo, decidió presentarse ante el Ministerio Público para formalizar su denuncia por sustracción de menor.

En el proceso penal, su entonces esposo se negó a restituir la custodia, por lo que el Juez ordenó un cateo en su domicilio para recuperarlo. La Unidad Especializada en Delitos sexuales y Violencia Familiar recibió la orden y el representante social en compañía de elementos de la Agencia Estatal de Investigación se dirigió al domicilio, pero el menor era ocultado en una parte trasera, finalmente se le recuperó.

El probable responsable identificado como Ricardo N., quien sustrajo al menor a la edad de 2 años, está procesado y permanece con prisión preventiva por el delito de sustracción de menor.

Tras recuperar a su hijo, Ofelia recibió apoyo psicológico, junto con su hijo a quien le inventaron que su progenitora lo había abandonado.

La Fiscalía General del Estado de Puebla tiene a disposición de las mujeres, espacios de atención y asesoría como los Centros de Justicia para las Mujeres que existen en Puebla capital y Tehuacán.

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