Ante los constantes asaltos y saqueos, Ferromex  solicitó el apoyo de la Gendarmería, cuyos elementos en esta ocasión viajaban resguardando los furgones y la locomotora.

Existe la versión que en Cañada Morelos, al pasar el tren en esa zona los delincuentes intentaron saquear los furgones, pero al notar la presencia de los elementos de la Gendarmería iniciaron una balacera en donde una mujer y su hijo perdieron la vida.

Un tercer delincuente resultó herido de gravedad, quien tras la refriega fue trasladado a un hospital de Azumbilla, en el municipio de Nicolás Bravo, donde murió por heridas de bala.

Los presuntos delincuentes tenían conocimiento que la carga de los vagones constaba de calzado, por lo que pobladores de Azumbilla y Cañada Morelos ya estaban preparados para saquear el tren, porque el modus operandi de los delincuentes consiste en enviar primero a pobladores para cometer estos actos delictivos para que les sirvan como escudo humano y después ellos puedan actuar.

La Secretaría de Seguridad Pública informó que uniformados de la Gendarmería contuvieron a un grupo de saqueadores.

Según testigos de la comunidad manifestaron que la refriega inició cuando la Policía Estatal dejó la zona y los delincuentes pensaron que ya no había quien resguardara los furgones.

En el lugar de los hechos quedó una camioneta Chevrolet, con placas SH54374, con los cuerpos de Antonia N. y José N. La tercera víctima está en calidad de desconocido pero se sabe que los tres son originarios de Azumbilla, junta auxiliar de Nicolás Bravo.

clh