Para los nueve integrantes de una célula del Ejército Mexicano, corría un domingo sin contratiempos, algunas cosas de rutina. Patrullar la zona del “Triángulo Rojo” ya se ha hecho una costumbre, en la zona de Palmar de Bravo, en el tramo de la Encrucijada, escenario de varios enfrentamientos entre policías y militares con “huachicoleros”.

Este camión de la milicia pretendía ser la excepción, sus ocupantes querían llegar sin contratiempos a su base de operaciones. Después de asegurar una camioneta con 4 bidones de gasolina, circulaban sobre el camino que une a la autopista México-Puebla con la Cuacnopalan Oaxaca, conocida como la avenida Miguel Hidalgo.

Minutos difíciles

Eran las un mil 340 horas para los 9 militares – la una de la tarde con 40 minutos- quienes pensaban que sería un día sin contratiempos. Dos camionetas se acercaban, una de ellas de color negro, la cual sin dar oportunidad alguna se impactó contra el camión. El chofer no pudo esquivar el impacto, el camión militar todavía en sus cuatro ruedas, se tambaleó como si perdiera el equilibrio; la sacudida dejo sin control a los militares quienes se agarraron de lo que encontraron, cuando un segundo golpe recostó al camión cuyos tripulantes salieron disparados cual bala de fusil.

Aturdidos no sabían lo que pasaba, algunos escucharon disparos y con dificultad buscaron cubrirse, otros los más conscientes cubrieron a sus compañeros, el enemigo los agredía, buscaban recuperar el cargamento decomisado horas antes, apenas les dio tiempo de intercambiar unos disparos, cuando los responsables se dieron a la fuga.

Los elementos de la milicia perdieron la noción del tiempo, minutos más tarde comenzó a llegar  la ayuda. Entre los mismos militares, se decían: ¿Qué onda jefe, estamos bien?, otros dos militares fusil en mano revisaron la camioneta de color negro la cual presentaba las puertas abiertas y sin tripulantes. El camión quedó volcado a un lado de la cuneta.

A unos metros del camión esta tirado un militar de complexión robusta, apenas se puede sentar e intentó moverse, lo aquejaba un dolor en el cuerpo. Un policía estatal que llegó al auxilio le pidió que se recostara sobre el pavimento. ¡Hey!  Jefe, quiero que te recuestes sobre el pavimento completamente. Del militar solo salieron quejidos como respuesta.

Los tripulantes del camión quedaron regados en el terreno donde se recostó el pesado camión también herido en su estructura, unos hacían su mayor esfuerzo por incorporarse, otros solo sentados eran auxiliados por compañeros. A los lejos se escuchan las aspas de un helicóptero que llegó al lugar,  parecía un escenario típico de un campo de guerra, después de la batalla.

Los lesionados fueron llevados al Hospital General de Esperanza para su atención médica, dos más trasladados vía aérea en el helicóptero al Hospital Militar de Puebla. De los agresores no se sabe nada, ni cuántos eran, ni quiénes eran, solo como evidencia quedo la camioneta Lincoln de color negra y con placas del estado de Veracruz, puesta a disposición de las autoridades para su investigación correspondiente.

La confusión

Aunque para todos es sabido que se trató de una agresión de los huachicoleros en contra  de los militares, la Secretaría de Seguridad Pública de Puebla a través de un comunicado redujo todo a un simple accidente.

En donde señalan que una camioneta que transportaba combustible chocó al camión de los militares, aunque hay que resaltar que no dan detalles de cómo fue el impacto y cuántos civiles resultaron heridos por el impacto de un pesado camión que se volcó y que dejo 9 militares lesionados.

#VIDEO Persecución en Palmar de Bravo por robo de combustible deja 8 militares lesionados pic.twitter.com/eUa0UYSYVD

— ulani veLa (@ulani09) 27 de marzo de 2017