Se trata de los ediles de Esperanza, Eduardo Barojas Huerta; de Chalchicomula de Sesma, Juan Navarro Rodríguez; de Palmar de Bravo, Pablo Morales Ugalde; de Huixcolotla, Filomeno Cruz Gutiérrez y de Quecholac, Néstor Camarillo Medina.

Extraoficialmente se dio a conocer que al presidente municipal de Atzitzintla, Isaías Velázquez, no solo se le acusa de permitir el trabajo de “Los Buchanans” en el robo de combustible, sino que se le investiga por vender hidrocarburo ilícito en sus dos gasolineras.

Las estaciones de servicio se encuentran dentro de Atzitzintla y en la carretera federal el Seco-Azumbilla. La franquicia 3619 fue comprada por él hace 18 años y la más reciente hace 15, cuando fue alcalde por primera vez en el periodo 1997-2000.

Trascendió que la policía de ese municipio no era confiable, incluso para los mismos ministeriales de la región.

El enfrentamiento con los ministeriales

La mañana del 9 de marzo un trío de policías ministeriales fueron emboscados por integrantes de la banda de “Los Buchanans” cerca de un preescolar y una telesecundaria en Atzitzintla.

Los delincuentes llegaron en una camioneta blanca con logotipos del DIF:

“De los vehículos vi que bajaban sujetos armados, uno se cubría atrás de una camioneta roja, después cayó al piso pero no lo dejaron y lo subieron a la batea, no sé si muerto o vivo, de ahí solo me dedique a meter a mis alumnos a salones en un lugar seguro”, narró un profesor quien pidió el anonimato.

Su declaración coincide con la de vecinos que describieron una camioneta Ram roja, que era la patrulla de los agentes fallecidos.

La versión oficial es que los ministeriales investigaban un secuestro en la zona.

Un dato compartido por gente cercana a la Policía Municipal de Atzitzintla, es que los agentes fueron “halconeados” por los uniformados quienes informaron a sus superiores y estos, al parecer, a los agresores.

Durante el enfrentamiento no hubo presencia de policías municipales.

Horas después los cadáveres de los ministeriales fueron hallados en su camioneta, tapados con zacate y abandonados en Maltrata, Veracruz.