Alito negoció escaño tricolor de Néstor
Miércoles, Agosto 27, 2025 - 07:26
Versiones van, versiones vienen.
Hipótesis salen, hipótesis entran.
Trascendidos suben, trascendidos bajan.
Veamos.
Bajo Resera de El Universal escribió:
“No es menor la renuncia de Néstor Camarillo al PRI, nos hacen ver. Con su salida, el PRI pierde su lugar en la Mesa Directiva del Senado, pues ocupaba la vicepresidencia y deja al tricolor con 13 senadores. Los más viejos aseguran que desde su fundación, el PRI nunca ha estado fuera de la Mesa Directiva. La renuncia de Camarillo también fortalece al Partido Verde, pues con 14 senadores ahora su bancada será más grande que la del PRI. Algunos priistas aseguran que la renuncia de Camarillo fue un tributo que el presidente del PRI, el senador Alejandro Moreno, le hizo a Morena a cambio de que le ayuden en el proceso de desafuero que enfrenta. El otrora partidazo se desmorona a pasos agigantados”.
Templo Mayor de Reforma apuntó:
“En la línea de flotación del PRI en el Senado pegó la renuncia del legislador poblano Néstor Camarillo. La alicaída bancada que coordina Manuel Añorve se queda con 13 integrantes por lo que será la cuarta fuerza después de Morena, el PAN y el PVEM, que ahora rebasa a los priistas con sus 14 senadores”, concluyen ambas citas periodísticas.
De ahí que el punto gira en torno a la sorpresiva “renuncia” de Néstor Camarillo Medina a la dirigencia estatal del PRI, como a su militancia priista de 20 años.
Su “renuncia” desencadenó que la bancada del Revolucionario Institucional -por primera vez-, perdiera la Vicepresidencia de la Mesa Directiva del Senado de la República al quedar el PRI con 13 legisladores, abriéndole la puerta al Parido Verde Ecologista para que asuma esa posición al contar con 14 senadores.
Lo que lleva al cuestionamiento:
¿Qué orilló a Néstor Camarillo a “renunciar” al PRI?
¿Es real el rompimiento, la amistad, complicidad y compadrazgo que tiene con Alejandro Moreno?
¿Por qué el silencio de Alito?
Fuentes al interior de la Cámara Alta, señalan que fue una “negociación extraordinaria” de Alejandro Moreno con Adán Augusto López Hernández, líder de los legisladores de Morena en el Senado, para frenar el desafuero de Alito en la Comisión Instructora de la Cámara de Diputados.
¿Qué implicó la negociación?
La renuncia de un legislador al PRI.
Renuncia que llevó a dejar “vía libre” al Verde Ecologista para ocupar la vicepresidencia de la Mesa Directiva del Senado.
¿Qué Senador tricolor se prestaría a esa negociación?
-Pues-, Néstor Camarillo, quien le debe a Alejandro Moreno su ascenso y empoderamiento político.
De la mano lo llevó a la dirigencia estatal del Comité Directivo del PRI en 2020, y le permitió la reelección.
Para después “premiarlo” con la Diputación Local Plurinominal, 2021-2024.
Y el regalo sexenal: La candidatura del sector indígena al Senado de la República, periodo 2024-2030.
Porque el cargo político de mayor relevancia que tuvo hasta 2019 fue el de alcalde de Quecholac, 2014-2018, durante el gobierno del panista Rafael Moren Valle, quien lo apadrinó para llegar al ayuntamiento.
Sin olvidar que durante su gestión municipal, Quecholac formó –y continúa formando- parte del “triángulo rojo” del huachicol.
Por lo anterior, abunda la “fuente”, más el compadrazgo y complicidad de Alito y Néstor, llevó al primero a “entregar la cabeza” del segundo, previamente hablado y acordado entre ambos personajes.
Así, el priismo en el Senado queda únicamente con la figura presencial y una simbólica secretaría en la Mesa Directiva, pues sus 13 votos no significan nada para la aplanadora de Morena y sus aliados PT y Verde Ecologista.
Juego senatorial donde ganó Adán Augusto López.
Victoria para Alejandro Moreno al negociar su desafuero.
Y Néstor que perdiendo gana, pues nadie podrá quitarle su escaño.
Pese a notas y columnas locales que apuntan que Camarillo Medina se incorporará a Movimiento Ciudadano, los hechos llevan a que se sumará a las filas del Verde Ecologista.
No cabe la menor duda que traicionar tus valores, principios e ideología, bien valen una Senaduría.
¿O no es así, Néstor?
Al tiempo.
clh