• Nación

Ciberseguridad debe contemplar la protección de derechos humanos

  • Municipios Puebla
Se entrega información biométrica -nuestro rostro, voz, iris y huella digital- usar celulares, relojes, tabletas y audífonos sin cuestionar a quién se envía, para qué se utiliza, cuánto tiempo la conservarán o con qué fines

México.- Ante la llegada de neurotecnologías que prometen ayudar contra la depresión o implantar chips en el cerebro para conectarlos a computadoras, es importante ser conscientes de la necesidad de proteger nuestros datos biométricos (que incluyen las ondas cerebrales) para evitar un mal uso de ellos.

Así lo recomendó Anahiby Becerril Gil, académica de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación (DGTIC) de la UNAM, quien precisó que cada vez más se ha normalizado en la sociedad la “entrega” de este tipo de información –nuestro rostro, voz, iris y huella digital– al usar los llamados equipos inteligentes (celulares, relojes, tabletas, audífonos), sin cuestionar a quién se envía, para qué se usa, cuánto tiempo la conservarán o con qué fines.

Al ofrecer la charla “Del dato al cerebro: privacidad y seguridad en un mundo conectado”, la también coordinadora académica del diplomado Ciberseguridad explicó que, desde hace tiempo, este tema ha rebasado el campo técnico y ahora implica la protección de los derechos humanos.

Reflexionó que la gente debe dejar de pensar que es normal entregar toda nuestra información, porque esto no es así. La ley nos protege, la tecnología debe servirnos a nosotros y no al revés. Por ejemplo, si los bancos niegan un servicio obligando a sus clientes a descargar una aplicación y usar datos biométricos, la persona puede ampararse en la legislación actual y exigir se le otorgue el servicio identificándose oficialmente.

Becerril Gil expresó: “Necesitamos anticiparnos a los riesgos. Las neurotecnologías ya vienen, principalmente para usos médicos, y se está pensando en usos lúdicos, con videojuegos, militares, y esto conlleva que debemos educarnos en materia de riesgos personales, proteger nuestros datos biométricos, a quién se los comparto, por qué hacerlo; de lo contrario, muy probablemente pueda generar problemas a futuro”.

En el encuentro realizado virtualmente como parte del Seminario TIC, de la DGTIC, la experta en derechos humanos detalló que la protección de neurodatos no es hablar del futuro, es una urgencia del mundo actual, pues implica la protección de lo más profundo de nuestra esencia, más allá de likes en las redes sociales.

Aclaró que las neurotecnologías se refieren a dispositivos o procedimientos que ayudan a acceder a nuestra información mental y del sistema nervioso para controlar, investigar, evaluar y/o manipular la estructura y función de los sistemas neuronales de animales o seres humanos, las cuales nacieron con la idea de ayudar ante padecimientos o enfermedades mentales.

Los casos más famosos en la actualidad son las empresas Neuralink (Estados Unidos), que desarrolla chips llamados Link para monitorear y estimular la actividad cerebral; así como Flow Neuroscience (Suecia), con su diadema Flow que promete estimular regiones del cerebro para ayudar a aliviar los síntomas de la depresión.

Agregó Becerril: “Si ya se dice que los datos personales son el nuevo petróleo, los neurodatos serán el oro digital, porque con ellos se elaboran perfiles de usuario a los cuales no tenemos acceso; y no es que sea malo, el problema es que no sabemos si nos beneficia o perjudica”.

Determinado en la Constitución

En el caso de México, el artículo 16 de la Constitución determina que toda persona tiene derecho a la protección de sus datos personales, lo que implica cualquier información, sin importar su formato (físico o digital), que permita identificar a un individuo. A esto se suma que se hace distinción de los datos sensibles, y éstos se refieren a la intimidad de una persona.

“Si de la actividad cerebral una empresa obtiene información que me identifica o me hace identificable, éste es un dato personal sensible (como también lo son el ADN y los datos neuronales, de comportamiento, o rasgos de la personalidad atribuibles a una sola persona)”.

Por ello, invitó a considerar el riesgo que se corre al entregar estas características únicas a cambio del uso productos o servicios para “hacernos la vida más sencilla”.

Eso ha llevado al surgimiento de una nueva tendencia para la protección de la neuroinformación impulsada desde la Organización de Naciones Unidas, en la que la educación en ciberseguridad es un elemento clave, destacó la investigadora. Se denomina ciberneuroseguridad y se encarga específicamente de sugerir medidas, sistemas, herramientas y políticas para proteger la integridad, la confidencialidad y la disponibilidad de la información de las neurotecnologías y su conexión con los humanos, especialmente por los datos que se obtienen a partir de ellas.

¿Quieres mantenerte a tanto de todas las noticias hoy en Puebla? ¡Explora más en nuestro portal ahora mismo!

Foto Especial

mala

Tags: 

municipios_interiores: 

Encuesta

¿Usted ha recibido apoyos del gobierno del estado en el último mes?