A pocos días de que concluya el ciclo escolar 2024-2025, la Secretaría de Educación Pública (SEP) anunció un ajuste al calendario escolar que aplicará para el periodo 2025-2026. El cambio más relevante es que el inicio de clases se recorrerá del tradicional lunes de agosto al primer lunes de septiembre.

De acuerdo con la SEP, esta modificación tiene como propósito ofrecer más días de descanso a docentes y estudiantes antes del arranque del nuevo ciclo. Según la versión oficial, la decisión responde a una revisión estructural del calendario, basada en criterios técnicos y administrativos.

No obstante, esta medida ha generado inquietudes entre padres de familia, personal docente y directivos escolares. Aunque se argumenta que no se verán afectados los contenidos de los planes de estudio, aún no se ha explicado cómo se reorganizarán las clases, ni si habrá recortes o ajustes en otras fechas del ciclo.

La SEP también ha mencionado que este cambio forma parte de una estrategia más amplia para mejorar las condiciones laborales del magisterio. Sin embargo, al no especificar en qué consiste dicha estrategia o cómo se evaluará su impacto, surgen dudas sobre su efectividad real.

Cabe recordar que el calendario vigente ya contempla vacaciones de invierno (del 19 de diciembre de 2024 al 3 de enero de 2025) y el receso por Semana Santa (del 14 al 25 de abril de 2025). Por ello, para muchos, la justificación de que se requieren más días de descanso no parece tan clara. Además, hay quienes advierten que mover el inicio de clases podría interferir con actividades extracurriculares, planeaciones escolares y eventos previamente organizados para agosto.

Aunque la SEP presenta este ajuste como un beneficio para el bienestar del personal educativo y del alumnado, la falta de claridad sobre cómo se aplicará y qué efectos tendrá en la práctica, genera incertidumbre y cuestionamientos dentro de la comunidad escolar.

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foto cortesía 

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