Isela Molina, presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) en Juárez, señaló que el panorama no es nada alentador. “La vocación de Ciudad Juárez es la exportación; sí nos pega bastante fuerte porque hay empresas que tienen planeado retirarse, hay empresas que disminuyen su plantilla laboral”, comentó Molina. La ciudad depende en gran medida de las exportaciones hacia el vecino del norte, y con los nuevos aranceles, las pérdidas no se han hecho esperar. Según la Canacintra, al menos cuatro empresas ya están trasladando sus procesos a otros lugares, lo que podría resultar en la pérdida de más de 10 mil empleos en la ciudad.

 

Para las empresas locales, la caída de ventas ha empeorado la situación. Jesús Manuel Salayandía, dueño de una empresa del sector metal-mecánico, comentó que la falta de ventas ha complicado el cumplimiento de sus obligaciones fiscales. “Las autoridades están exigiendo cada vez más pagos, que no te estés atrasando con los impuestos, con el Seguro Social. Todo lo que conlleva tener la formalidad está ahorcando mucho a las empresas, especialmente a las pequeñas y medianas empresas, porque se han caído mucho las ventas”, expresó Salayandía. Este panorama de bajos ingresos ha obligado a algunos empresarios a buscar alternativas para poder sobrevivir.

 

Por otro lado, los empleados también se han visto obligados a buscar nuevas fuentes de ingresos, ya que la inestabilidad laboral en la ciudad ha puesto en riesgo su sustento. Muchos optan por iniciar pequeños negocios informales, trabajar en empleos no remunerados por el gobierno o incluso cruzar la frontera en busca de oportunidades en Estados Unidos. “La gente tiene que llevar dinero cada semana a su casa porque tiene que pagar el recibo del agua, de la luz, el gas; llevar comida. Todo eso genera un tema complicado y algunos prefirieron ‘brincarse’ al lado americano, o se pusieron a vender hamburguesas, levantar un taller mecánico, a aventarse sus ‘chambitas’, a ser Uber o a hacer lo que sea, pero es gente que ya no está cotizando y no está pagando impuestos”, explicó Salayandía.

 

La situación en Ciudad Juárez refleja un problema mayor que no solo afecta a la economía local, sino también a las familias que dependen de estas industrias. La incertidumbre sobre el futuro de las políticas comerciales de Estados Unidos sigue siendo una de las principales preocupaciones para los empresarios y trabajadores de la ciudad fronteriza. Con la caída de ventas y la migración de empresas, parece que los próximos meses seguirán siendo críticos para la economía de Juárez, obligando a muchos a reinventarse en un entorno cada vez más difícil.

 

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xmh