Recientemente, un grupo de investigadores logró hacer un hallazgo que sorprendió a la comunidad científica: la reapari­ción del conejo de cola de algodón, una especie endémica de México que se creía extinta desde hace más de 120 años. Este redescubrimiento de Sylvilagus floridanus, conocido también como conejo de Omiltemi, tiene lugar en un contexto de creciente preocupación sobre la pérdida de biodiversidad en el país.

El conejo de cola de algodón, característico por su pequeño tamaño, pelaje marrón y una distintiva cola blanca que recuerda a un algodón, había sido visto por última vez en la región a fines del siglo XIX. Durante mucho tiempo, se pensó que la especie había desaparecido debido a la pérdida de su hábitat natural y las presiones derivadas del cambio climático. Las zonas áridas del norte de México, donde se encontró el conejo, son conocidas por su rica biodiversidad, pero se había perdido la esperanza de que una especie como esta pudiera sobrevivir en esa área.

El redescubrimiento ocurrió en el marco de un estudio ecológico realizado en las zonas áridas del norte del país, donde los biólogos encontraron varios ejemplares en perfecto estado de salud. Este hallazgo no solo emocionó a los científicos, sino que también reavivó el interés por la fauna mexicana y su capacidad de ocultar maravillas biológicas en los lugares más inesperados.

Este conejo, que habita áreas de vegetación densa, tiene una dieta basada en hierbas y plantas bajas, y es principalmente nocturno y evasivo, lo que dificulta su observación. Debido a su naturaleza reservada y las condiciones ecológicas que le permiten refugiarse de la actividad humana, los expertos sospechan que la especie podría estar viviendo en pequeñas poblaciones dispersas por diversas regiones, alejadas de los asentamientos humanos.

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foto pixabay

xmh