Puebla, Pue. - En el estado de Puebla, el sector terciario, que agrupa actividades como el comercio, los servicios y el turismo, lidera la generación de ingresos informales, representando el 60.2% de los recursos que se obtienen fuera del marco regulado. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), de enero a septiembre de 2024, el estado recibió 310 millones 159 mil pesos provenientes de actividades informales, de los cuales, 187 millones 018 mil pesos fueron generados solo en el sector terciario.

Este sector incluye una gran variedad de actividades económicas, como negocios comerciales, transporte, medios masivos, instituciones financieras, inmobiliarias, escuelas privadas, hospitales, hoteles y restaurantes, entre otros. Sin embargo, la falta de regulación y formalización en estos negocios genera preocupaciones tanto a nivel laboral como fiscal.

Según el director de la facultad de Economía de la BUAP, Juan Alberto Vázquez Muñoz, la prevalencia de la informalidad en este sector se debe a varios factores, siendo uno de los principales la baja barrera de entrada y la flexibilidad que ofrecen estas actividades. A diferencia de la industria, donde se requieren inversiones iniciales más altas y una regulación más estricta, el sector terciario permite operar con menos requisitos burocráticos, lo que facilita la proliferación de negocios informales.

El atractivo de la informalidad en este sector radica en que no es necesario contar con una infraestructura costosa ni pasar por trámites complejos. Esto permite que pequeños comercios o servicios surjan rápidamente, pero sin las garantías que ofrece el empleo formal, como seguridad social, acceso a salud o prestaciones laborales. Esto afecta a una gran parte de la población, entre ellos comerciantes ambulantes, meseros, taxistas, trabajadores del hogar y personal del turismo, quienes operan bajo condiciones precarias.

Vázquez Muñoz señaló que esta situación contribuye a la desigualdad social, pues quienes se encuentran en condiciones de vulnerabilidad o con pocos recursos educativos no tienen acceso a empleos formales, lo que limita sus opciones de crecimiento económico y social. La informalidad, por lo tanto, no solo afecta a los trabajadores, sino que también tiene un impacto negativo en la economía estatal, al reducir la capacidad de recaudación fiscal y limitar el acceso a servicios públicos de calidad.

En cuanto a la situación de otros sectores en Puebla, los datos del INEGI indican que el sector secundario, que incluye actividades como la minería, la construcción y la industria manufacturera, fue el segundo en recaudación de ingresos informales, con 103 millones 122 mil pesos (un 33.2% del total). En tercer lugar se ubicó el sector primario, con 20 millones 020 mil pesos (un 6.4%), que engloba actividades relacionadas con la agricultura, la cría de animales y la pesca.

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foto cortesía 

xmh