La reciente extradición de Miguel Ángel Treviño Morales (alias “Z40”) y su hermano, Alejandro Omar Treviño Morales (alias “Z42”), conocidos fundadores del cártel de “Los Zetas”, marca un hito importante en la batalla contra el crimen organizado en México. El evento, confirmado el 27 de febrero de 2025 por la Oficina del Sheriff del Condado de Webb, Texas, pone en evidencia la colaboración entre las autoridades mexicanas y estadounidenses en la lucha por desmantelar a uno de los grupos criminales más violentos de América Latina.

Los hermanos Treviño Morales, responsables de numerosos crímenes violentos y de la expansión del poder de “Los Zetas” en varias regiones del norte de México, fueron trasladados desde el Aeropuerto Internacional de Toluca, en el Estado de México, a territorio estadounidense sin previo aviso. La decisión de realizar la extradición de manera discreta fue tomada para evitar que los hermanos pudieran presentar amparos y retrasar su proceso judicial.

La reacción ante esta medida ha sido mixta. Si bien el abogado de Miguel Ángel Treviño intentó desmentir la extradición, calificándola de “jurídicamente imposible”, las autoridades estadounidenses confirmaron que los hermanos ya se encuentran bajo su custodia. Este hecho no solo refleja el compromiso de las autoridades de Estados Unidos con la lucha contra el narcotráfico, sino que también subraya la gravedad de la amenaza que “Los Zetas” representan en el contexto binacional.

La Oficina del Sheriff, además de confirmar la extradición, alertó a la población estadounidense sobre los riesgos que enfrentan al visitar ciertas zonas de México, como Nuevo Laredo y otras partes de Tamaulipas, que siguen siendo puntos calientes de violencia debido a la presencia del cártel. Este mensaje de precaución se basa en la histórica respuesta violenta de “Los Zetas” frente a acciones del gobierno, la cual ha dejado múltiples víctimas en el pasado. El cártel ha demostrado una y otra vez que no duda en ejercer violencia extrema contra cualquier entidad que perciba como una amenaza a su control territorial.

La extradición de los hermanos Treviño es solo una parte de un panorama más grande, donde la violencia generada por los cárteles de drogas sigue afectando la vida de millones de personas en ambos países. A medida que se avanza en el desmantelamiento de estas organizaciones criminales, se hace cada vez más evidente que la cooperación internacional es esencial para lograr resultados duraderos.

En este contexto, también se ha reportado que las autoridades estadounidenses tienen en la mira a otros miembros clave del crimen organizado, como el reconocido narcotraficante Rafael Caro Quintero, quien también podría ser extraditado próximamente. Las acciones recientes reflejan una intensificación de las medidas en contra de los grupos que han desbordado los límites de la ley, afectando no solo a México, sino también a las comunidades del otro lado de la frontera.

Por ahora, la extradición de los hermanos Treviño Morales es un indicio de que el combate al narcotráfico y la violencia sigue siendo una prioridad para ambos países, aunque los retos persisten. Mientras tanto, en las calles de Nuevo Laredo y otras regiones del norte de México, la incertidumbre sigue reinando. Las autoridades locales continúan trabajando para garantizar la seguridad de la población, mientras que los ciudadanos se enfrentan a la constante amenaza de un conflicto que parece no tener fin.

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foto cortesía 

xmh