La icónica actriz Silvia Pinal, conocida como la última gran Diva de México, falleció a los 93 años. Su muerte marca el final de una de las épocas más emblemáticas del cine nacional, en la que brilló como una figura clave del séptimo arte y la televisión.

El pasado 22 de noviembre, la protagonista de El ángel exterminador fue hospitalizada al sur de la Ciudad de México debido a una infección en las vías urinarias. Aunque inicialmente se esperaba su recuperación, la madrugada del 28 de noviembre su estado se complicó, y sus hijas acudieron a despedirse en el hospital.

A lo largo de su carrera, Silvia Pinal se consolidó como una estrella en películas como Viridiana, dirigida por Luis Buñuel, y El inocente, coprotagonizada con Pedro Infante. En televisión dejó huella con las producciones Soy tu dueña y Mañana es primavera, además de ser la icónica conductora del programa Mujer, casos de la vida real.

La actriz ya había enfrentado problemas de salud en diciembre de 2021, cuando fue hospitalizada por una arritmia cardiaca y presión arterial baja, además de un diagnóstico de Covid-19. Aunque logró recuperarse, este año su salud se vio mermada por diversas complicaciones.

La vida y legado de Silvia Pinal

Silvia Pinal nació el 12 de septiembre de 1931 en Guaymas, Sonora. Desde pequeña mostró su talento artístico, participando en festivales escolares con recitales, canto y baile. En su adolescencia, se mudó a la Ciudad de México, donde inició una carrera que la convertiría en una de las figuras más reconocidas del país.

Su infancia no fue sencilla: su padre biológico, Moisés Pasquel, la desconoció, y fue Luis G. Pinal, un contador y político, quien le dio su apellido. Pese a las adversidades, Pinal destacó no solo en la actuación, sino también como empresaria, dejando un legado que abarca teatro, cine y televisión.

Con su partida, el cine mexicano pierde una de sus grandes figuras, cuyo impacto trasciende generaciones.

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XMH