Con la llegada de octubre, el clima en México comienza a transformarse, dando paso a las primeras heladas del año, especialmente en las zonas altas y montañosas del país.

Aunque la temporada de frentes fríos arrancó en septiembre y se extenderá hasta mayo, es en este mes cuando las temperaturas descienden de manera notable, trayendo consigo tardes frescas y noches heladas que marcan el inicio del invierno.

Entre las regiones más afectadas por este fenómeno se encuentran estados como Chihuahua, Zacatecas, Durango, el Estado de México y Aguascalientes, donde los termómetros pueden llegar a registrar hasta -5 °C. En estas áreas, las heladas se convertirán en un elemento recurrente, con capas de escarcha cubriendo la vegetación y el paisaje.

En entidades como Hidalgo, Tlaxcala y Puebla, las zonas montañosas y boscosas también comienzan a resentir el impacto del frío. Las autoridades y meteorólogos advierten que estas condiciones se mantendrán a lo largo de los próximos meses, acentuando la necesidad de prepararse para un invierno riguroso.

Sin embargo, el frío no es el único fenómeno climático que marca octubre. En contraste, el sureste del país y la Península de Yucatán experimentan una mayor actividad ciclónica, intensificando la temporada de lluvias en estados costeros como Veracruz, Oaxaca y Chiapas. Este escenario genera un contraste climático que refleja la diversidad del territorio mexicano, donde las heladas conviven con tormentas tropicales y lluvias intensas.

Este mes de transición marca el inicio de un largo periodo de bajas temperaturas, y las autoridades recomiendan tomar precauciones ante el impacto del frío y las lluvias en distintas regiones del país.

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