El cadáver hallado este martes con una bolsa en la cabeza, atado de pies y manos, en la autopista Cuacnopalan-Tehuacán, sí pertenece a la reportera de El Sol de Orizaba, Anabel Flores Salazar, según lo confirmaron autoridades del estado de Veracruz, donde fue privada de su libertad el pasado lunes.

Entre las 9:00 y 09:50 horas se hizo el descubrimiento en el kilómetro 1+500 de la vialidad, en el municipio de Palmar de Bravo, a la altura del entronque a la desviación a la comunidad de Cuacnopalan.

La víctima se encontraba con la cabeza envuelta con una bolsa azul, las manos esposadas por la espalda y tenía los pies amarrados con una cuerda.

El hallazgo movilizó a policías municipales, estatales, ministeriales y federales, quienes resguardaron el cuerpo que portaba pants de color gris, ropa interior negra y un calcetín gris con franjas de colores.

La Policía Ministerial se encargó de iniciar las investigaciones y, alrededor de las 10:30 horas, ordenó que el cadáver fuera trasladado hasta el anfiteatro de Tecamachalco, a fin de que se le hiciera la necropsia.

A ese punto se trasladaron sus familiares para reconocer el cuerpo.

La Fiscalía General del Estado (FGE) indicó en un comunicado de prensa que por este crimen  abrió la carpeta de investigación 152/2016/TECAM. Sin embargo no confirmó si la causa de muerte fue por asfixia o si la mujer presentó lesiones ocasionadas con algún tipo de arma.

La periodista fue levantada alrededor de las 2:00 horas del lunes cuando se encontraba con su bebé de 15 días de nacido, en su domicilio situado en la unidad habitacional Puerta Grande del municipio Mariano Escobedo, en la zona conurbada de la ciudad de Orizaba.

De acuerdo con información de la FGE de Veracruz, gente armada llegó directamente a buscarla hasta ubicarla en una de las habitaciones, aprovechando que el domicilio fue abierto por una persona de la casa.

Las autoridades veracruzanas también revelaron que una de las líneas de investigación que se sigue está relacionada con el supuesto vínculo entre Flores Salazar y Víctor Osorio Santacruz, alias “El Pantera”, ex comandante de la Policía Municipal de Ciudad Mendoza, ligado presuntamente a una célula del crimen organizado.