Esto previo a la llegada del primero y dos de noviembre consideradas las fechas más importantes de esta temporada de Todos Santos.

 

Los pequeños y sus padres sacaron los mejores trajes con el fin de obtener la mayor cantidad de dulces en sus particulares recipientes.

 

Desde las niñas monjitas, el grupo de dinosaurios y pequeños con cabeza de televisión hasta las acostumbradas catrinas y catrines dieron vuelta a la circunferencia del también conocido como parque Colón.

 

Poco después de las 21 horas un grupo de bikers con máscara llenaron de ruidos esa zona la cual poco a poco comenzó a despejarse.

 

 

Mientras tanto, una catrina gigante hecha de maíz por las manos de estudiantes bajo la supervisión de productores de legumbres quedó plasmada este martes en el interior del pequeño parque de la colonia Cabrera, a 15 minutos de la cabecera.

La figura mencionada es parte del preámbulo del segundo concurso de ofrendas convocado por un grupo de lugareños quienes buscan no perder sus tradiciones.

Gabina Guerrero, presidenta del Comité Unidos de Cabrera, festejó las ganas del bachillerato y del preescolar de la zona de ponerse de acuerdo en esta actividad didáctica.

Los alumnos decidieron caracterizarse de catrinas y de calaveras y ayudar a los campesinos a colocar el par de ofrendas.

Uno de los profesores destacó la creatividad de los jóvenes para recrear la imagen tradicional de posadas de esta época.

foto especial

aj