Huauchinango, Pue.- De indígena, la educación en México, sólo tiene ese nombre porque no ha logrado preservar los idiomas, consideró el doctor y lingüista Guillermo Garrido Cruz, quien puso como ejemplo de lo anterior el caso del Tepehua, una lengua que se perderá en tres o cuatro generaciones. 

En el marco del XX Festival de la Huasteca, realizado en Jaltocán Hidalgo el pasado fin de semana, Garrido Cruz presentó su libro “Las lenguas indígenas de la huasteca poblana”, que fue financiado con recursos del Programa de Desarrollo Cultural de la Huasteca, y que tiene el objetivo de difundir la diversidad de lenguas indígenas de esta región cultural. 

El investigador destacó que en comunidades de los municipios de Pantepec y Francisco Z. Mena hablan el Tepehua solamente 150 personas y ya no lo trasmiten a sus hijos, por lo que en tres o cuatro generaciones este idioma desaparecerá.

Según datos del historiador, miembros de la etnia Tepehua llegaron a la huasteca poblana hace poco más de 100 años y se asentaron en la sierra baja, donde “los recibieron bien. Les dieron tierras. Precisamente venían huyendo de Huehuetla, Hidalgo por un problema de tierras y a partir de ese tiempo se establecieron y nacieron muchos de ellos en Puebla. Por eso al Tepehua se le considera una lengua original”, explicó.

Señaló que de los cuatro idiomas originarios que se hablan en la huasteca poblana: Náhuatl, Totonaco, Otomí y Tepehua, es esta última la que se encuentra amenazada: “en peligro de extinción”, aseguró.

Refirió que desde 1980, año en que se registró por primera vez al Tepehua en las estadísticas oficiales, ha estado siguiendo los números y la línea va en bajada: es una lengua que va en “desplazamiento. Ya no hay niños que lo aprendan, contrario al Náhuatl, que es una lengua con vitalidad y tiene  más de 20 mil habitantes”.

Dijo esta situación tiene mucho que ver con lo que hagan las instituciones, como las del sistema educativo y criticó que no se envíe a los profesores con el perfil indicado, porque los mentores que se asignan, en muchas ocasiones no hablan el idioma que domina la comunidad, entre otros factores.

Sin embargo, calificó como determinante para la preservación de las lenguas, lo que decidan los papás con sus hijos, “muchos ya no se los enseñan, porque en Huauchinango y en otras partes de México, el hablar una lengua indígena, es motivo de discriminación”.