“Cosa regia es, créeme, socorrer a los desgraciados”.

Ovidio

Sin caer en alarmismos, Nuevo León pasa malos momentos en diversos frentes. Estos van desde una grave sequía que le azota hasta la desaparición de al menos nueve mujeres en un lapso corto de tiempo (20 de marzo a 8 de abril).

El sábado pasado, mientras un nutrido grupo de personas se manifestaban ante el palacio de gobierno en Monterrey para protestar por el asesinato de la neoleonesa María Fernanda Contreras Ruiz, otra regia, Debanhi Susana Escobar Bazaldua, desaparecía. Aún no se tienen noticias de ella.

Al respecto del asesinato de Fernanda Contreras, una razón adicional del enojo social compartido es que, apenas se dio notificación de su desaparición, su familia le hizo saber a la Fiscalía estatal dónde se ubicaba su celular (rastreando la señal que emitía), pero las autoridades no prestaron atención. El secretario de seguridad, Aldo Fasci, dio además una contestación cruel a familiares e inconformes: “no las encuentran porque ellas no han regresado a casa”.

Y en medio de la crisis tanto por las desapariciones como por el feminicidio, Alicia Leal Puerta, presentó su renuncia a la Secretaría de la Mujer de Nuevo León. Curioso, puesto que quienes se manifestaron el sábado pedían la renuncia del secretario de seguridad, no de ella, mientras coreaban: “El nuevo Nuevo León es feminicida”…

Ante la incertidumbre y la tristeza de familiares de las víctimas y el enojo de la población en general, Samuel García, gobernador de Nuevo León, creó un grupo especial para la búsqueda de personas desaparecidas (tristemente, nada instruyó que pudiera significar que el número de desaparecidas/muertas se reduzca en primera instancia). Días después, sin probarlo, compartió que en Nuevo León ya se han localizado a 10 de las 15 mujeres reportadas como desaparecidas (¿de qué lapso de tiempo estamos hablando?). No especificó —tampoco— si entre las halladas está el cuerpo de María Fernanda.

Por su parte, Mariana Rodríguez, influencer y primera dama de Nuevo León, utilizó sus redes sociales para compartir el reporte de búsqueda de Debanhi. Algunos la han criticado por ello y otros lo consideran adecuado. Los últimos saben que con dos millones de seguidores tan solo en Instagram, puede hacer la diferencia y se sepa de su paradero. Quienes cuestionan la estrategia, calibran qué tanto está realmente haciendo Mariana con esto para ayudar.

Se conoce que las que participaron en la manifestación del 9 de abril en la capital de Nuevo León coreaban que Mariana no las apoya. Afirman que, ante los casos de mujeres desaparecidas y el asesinato de María Fernanda, lo único que Mariana Rodríguez hace es publicar en sus redes la ficha de Debanhi, pero nada más.

Hay fundamento para inquirir lo anterior puesto que en diversas ocasiones Samuel y Mariana han sido señalados por querer gobernar a través de sus redes sociales y compartir en ellas temas vacuos o una interpretación frívola de lo que es gobernar un estado.

Una persona quien forja su popularidad en comunicar todo lo que hace —convirtiendo mucho en superficial— debe ser cuestionada no por lo que dice o por cómo lo dice, sino por los resultados en materia de política pública. El problema de gobernar por la vía de las redes es que es difícil medir estos últimos.

¿Ha habido mejora en Nuevo León por cuanto a protección a las mujeres se refiere?, me pregunto.

Columna de Verónica Malo Guzmán en SDP Noticias

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