La muerte de Alfredo Galicia Romero, quien se ahogó el pasado domingo en el balneario "Los Ahuehuetes" del municipio de Tepeojuma, se debió a negligencias en el lugar, así lo consideró la madre del jóven de 17 años, Guadalupe Rivera Romero, quien además lamentó que hasta el momento no ha recibido ningún apoyo del establecimiento.

La mujer dijo que son oriundos de Santa Isabel Cholula, relató que el pasado domingo su hijo le avisó que iría a nadar con unos amigos, jamás imaginó que ese sería el último momento en el que lo vería con vida.

Fue esa misma tarde cuando recibió una llamada, en la que le notificaron que el menor de edad, pues cumpliría los 18 años hasta el mes de septiembre, había sufrido un accidente, el cual le costó la vida.

Rivera Romero narró que según primos y amigos de su hijo, al momento de su ahogamiento no fue atendido por nadie en el balneario, ya que en el lugar no disponen de salvavidas o cuerpos de auxilio.

Además, aseveraron que en el lugar los únicos “vigilantes” son personas de la tercera edad, señores de entre 70 y 60 años, y nadie se atrevió a sacarlo.

Por ello, responsabilizó a los dueños del inmueble por no contar con las medidas de alerta y seguridad pertinentes con las que se eviten ahogamientos u otro tipo de percances.

“Ustedes (los responsables del balneario) tienen toda la obligación como cuando un maestro le tiene que dar a los alumnos la clase si no la entendió una y otra vez, así ustedes, tiene que alertarles a los jóvenes que van a su balneario de que esta profundo, de que ese manantial es peligroso, solo tienen un letrerito que dice que mide 5 metros de profundidad y nada más”, lamentó.

Además, denunció que los encargados del centro acuático únicamente querían darle 3 mil pesos "a ver qué se arreglaba".

“Así me pongan el tesoro del mundo no me devuelven la vida de mi hijo, lo que quiero es que no se vuelva a repetir”, comentó.

Por su parte, Alfredo Galicia Carpinteiro, padre del joven, exigió a las autoridades reforzar los operativos de revisión para garantizar que todos cumplan con las medidas pertinentes de seguridad.

“Porque cobran una entrada y no es posible que los dejen morir solos, y que si saben que es profundo y que está naciendo el agua, pues tener cuidado con este balneario de los Ahuehuetes, no es un lugar seguro”, sentenció.

Por último, indicaron que el lugar pertenece a una cooperativa con una gran cantidad de dueños, por lo que en situaciones como esta resulta complicado el que alguien en particular se haga cargo.