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Buenas noticias, nuevos combustibles para la aviación

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La industria aeronáutica sabe que para avanzar en este proceso, deben observar en todo momento los objetivos del Acuerdo de París

El mundo de la aviación fue duramente golpeado durante casi dos años por la pandemia de Sars-Cov2, y a pesar de que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) reconoce que el mercado aeronáutico se recuperará hasta el 2024, es importante hablar de una carrera que no se ha detenido en ningún momento. Se trata de la búsqueda de nuevos combustibles y fabricación de nuevos motores que mejoren el desempeño de las aeronaves, y aligeren la huella de carbono en la industria aérea.

En primer término hablaré de los motores de General Electric Aviation, quien se asoció con la armadora estadounidense Boeing para desarrollar motores eléctricos híbridos. De manera conjunta han realizado pruebas utilizando un avión Saab 340 modificado, con motores turbohélice CT7-9B. No es cosa menor que la misma Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) ha venido trabajando con General Electric Aviation en la investigación para madurar un sistema de propulsión eléctrica híbrido de clase de megavatios (MW), para demostrar la preparación de vuelo para aviones de un solo pasillo.

General Electric Aviation, además de los motores, propiamente dichos, ha venido desarrollando componentes de sistemas eléctricos híbridos de alta potencia, que incluyen generadores, convertidores de potencia y sistemas de administración de energía. El eje rector radica en impulsar tecnologías limpias, como el combustible sostenible y el hidrógeno. Cada vez más naciones incluyen este tema de manera más seria en su agenda; Corea del Sur ha firmado un Memorando de Entendimiento (MOU) para explorar el uso de hidrógeno en el aeropuerto de Incheon, de Seúl. En Francia, la armadora Airbus sigue probando sus motores impulsados por hidrógeno en su avión de pruebas A380.

Por otro lado, a pesar del escándalo protagonizado por la armadora norteamericana Boeing y su equipo B737MAX, han anunciado que utilizarán 7.5 millones de litros de combustible de aviación sostenible mezclado (SAF) en colaboración con la empresa texana EPIC Fuels, para sus operaciones comerciales.

El SAF (Sustainable Aviation Fuel) es un combustible de avión sustentable, que a diferencia de la turbosina tradicional, brinda un mayor beneficio, no sólo ambiental sino también económico, además de un mayor potencial para la seguridad energética. Este tipo de combustible contiene menos impurezas, especialmente azufre y carbonos aromáticos, de modo que se ha demostrado que los motores existentes que lo han probado producen significativamente menos dióxido de azufre y emisiones de partículas, en comparación con los combustibles convencionales para aeronaves.

Existen datos comprobables de que en los cuatro tipos de motores de turbina de gas que se utilizan actualmente en las aeronaves, es viable combinar su tecnología con los combustibles SAF, por la relación peso-potencia.

Boeing ya comenzó la utilización de SAF en vuelos de prueba desde el año 2008, y en 2012 empezó a crear equipos compatibles, una vez que se aprobó para su uso en la aviación comercial. Así que resulta más que natural y lógica la intención de Boeing de continuar impulsando esta compra, la más grande hasta el momento, comprometiéndose a entregar aeronaves capaces de volar con SAF al 100% para el año 2030.

Camarón que se duerme se lo lleva la corriente, justamente por eso la aerolínea Singapore Airlines ya dio un paso adelante, y junto con Airbus, Rolls-Royce y Safran firmaron la Declaración Global SAF, en el Salón Aeronáutico de Singapur, consolidando su compromiso para acelerar el desarrollo, la producción y el consumo de combustible de aviación sostenible (SAF).

La industria aeronáutica sabe que para avanzar en este proceso, deben observar en todo momento los objetivos del Acuerdo de París, tratado internacional sobre el cambio climático celebrado en 2015, que entre muchas otras acciones, busca la descarbonización del sector aéreo, estableciendo como fecha para llegar a ese objetivo el 2050. Así que es patente el llamamiento que hacen a los socios de la industria aeroespacial, de la aviación y de la larga cadena de valor del combustible para que incorporen el uso del combustible sostenible en su actividad.

Estimados lectores, y usuarios de la aviación, nos va a tocar vivir un parteaguas en el mundo de la aviación. La industria aeronáutica, a lo largo de su historia ha utilizado diferentes combustibles (J2, diesel, queroseno, y mezclas de este con gasolina). La turbosina, con sus diferentes pesos moleculares, es la más utilizada desde la Segunda Guerra Mundial, y ahora vamos a presenciar el uso e implementación de energías limpias, ya sea con motores eléctricos-híbridos, o con el uso del hidrógeno, o bien con combustibles sustentables (SAF). La industria de la aviación está trabajando para reducir su huella de carbono, y eso, en medio de tantas malas noticias, es una excelente noticia.

Columna de Ximena Garmendia de SDP Noticias

Foto AP en SDP

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