Lo que Marcelo Ebrard hizo en 2008 —hornear galletitas en la TV— no fue ridículo: fue increíblemente cursi. Se vio tan amanerado (definición de la RAE: falto de naturalidad, rebuscado) que perdió el respeto de la izquierda que se toma en serio la lucha para cambiar el sistema político.

Lo que ha hecho en estos días —14 años más viejo— además de cursilísimo cae en el peor de los ridículos.

¿Qué hizo el canciller Ebrard? Él mismo lo dio a conocer en Twitter.

1.- Pintar cerámica en Talavera de la Reyna (con pinceles antiguos)

Fui a Talavera de la Reyna y pude pintar con pinceles y colores antiguos. Desde China al mundo islámico, de ahí a España y finalmente, de Cádiz a Puebla de Zaragoza. Así el viaje de la cerámica.Todos somos hermanos de una sola civilización: la humana. pic.twitter.com/ukyupOglDO

— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) February 3, 2022

.2.- Fabricar mole en Puebla (”gracias a Dolores”). ​

Me pusieron a hacer mole en Puebla, gracias a Dolores y a las integrantes de la empresa Gurrumina. pic.twitter.com/heZ8m1XlxP

— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) February 3, 2022

3.- Manejar autobuses eléctricos en Ciudad Madelo (errata incluida).

De visita en Ciudad Madelo, Puebla, en donde se produce el vehículo eléctrico más rápido de México (Audi E-tron) y el autobús eléctrico de pasajeros Link EV. pic.twitter.com/zoXm3cozBf

— Marcelo Ebrard C. (@m_ebrard) February 2, 2022

Los sinónimos de cursi

Ebrard, ni duda cabe, es tan cursi (pretende ser fino, pero resulta pretencioso) que honra todos los sinónimos de esta palabra:

√ El canciller es repipi: pedante.

√ Marcelo, sin duda, luce afectado: su comportamiento ni es natural ni es sencillo.

√ Ebrard se ve fingido: falso, ficticio o simulado, aunque quiera parecer real.

√ El titular de la SRE puede ser descrito como relamido: se arregla y acicala excesivamente para las fotos.

Columna de Federico Arreola

SDP Noticias

Foto:Especial

cdch