Frenar la producción de energía limpia en el país podría hacer que las empresas manufactureras dejen de invertir en México, aseguró la secretaria de EU, Jennifer Granholmpues. Agregó que la iniciativa de reforma energética del presidente Andrés Manuel López Obrador está destinada a reforzar el control estatal en el mercado eléctrico.

El año pasado, el presidente de México presentó una reforma constitucional para aumentar el control del Estado en el sector eléctrico, como una medida de seguridad nacional. El mandatario aseguró que “sí hay una relación estrecha entre la reforma energética y el aumento del precio de las gasolinas”.

AMLO argumenta que gobiernos anteriores corruptos manipularon el mercado en favor del No capital privado en detrimento de las finanzas públicas y que ha sido un negocio que beneficia a unos cuantos.

En México dijo, no se han construido refinerías. “Hay sólo 6 refinerías en el país mientras que en EU hay 150. La compra de la gasolina es un negocio de 20 mil millones de dólares al año”. Negocio que se realizaba a través de una filial de PEMEX de nombre PEMEX Internacional.

Aseguró que “el plan con esta nueva reforma es construir las refinerías, dejar de vender  la materia prima y procesar el petróleo crudo en nuestro país para producir nuestras propias gasolinas. Lo que generará un valor agregado en empleos, que los beneficios se queden en México y se bajen los precios de gasolina, diésel, gas y luz”.

Sin embargo, los críticos dicen que la apuesta por dar el control a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) está frenando la inversión en energía eólica y solar. E incluso hace que México siga dependiendo de los combustibles, lo que resultará en una energía más cara para los consumidores.

Además, afirman que al frenar la producción de energía limpia en el país se corre el riesgo de que las empresas manufactureras, cada vez más comprometidas con la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, dejen de invertir.

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