Desde niños, hombres y mujeres participan en la preservación de la tradicional danza de los Voladores de Cuetzalan, con lo que buscan transmitir de generación en generación uno de los tesoros culturales más valiosos y antiguos que tienen.

Luis Arturo Díaz Rivera, representante del grupo de Voladores de Cuetzalan Caballeros Águila, destacó la importancia de mantener viva dicha tradición, pues fue heredada por sus ancestros que vivieron en la época prehispánica.

Por ello, explicó que desde los 8 y 9 años, algunos niños son inmersos en la práctica de la danza ceremonial, que se desarrollaba durante ciclos de vida y épocas agrícolas, como plegaria y agradecimiento a los dioses por la fertilidad, la vida y el equilibrio entre el hombre y la tierra.

Así mismo, dijo que no hay distinción de género, pues participan hombres y mujeres, y en ese sentido, precisó que actualmente en el municipio existen al menos 25 grupos de danzantes, que suman un total de 100 personas en toda la demarcación.

Señaló que es necesario diferenciar a los Voladores de Papantla de los de Cuetzalan, pues cada uno utiliza diferentes vestimentas, ritmos y pasos, sin embargo, ambas pertenecen a la cultura Totonaca.

Al respecto, detalló que cada Volador de Cuetzalan da 13 vueltas, que multiplicadas por los cuatro voladores son 52 vueltas, que a su vez representan las 52 semanas del calendario.

Refirió que cada miembro de los grupos de danzantes forma parte de la práctica por pasión y amor a las tradiciones, ya que no cobran cada muestra dancística, por lo contrario, invierten hasta 3 mil pesos en su vestuario, siempre y cuando utilice cuero y plumas de zopilotes de la región.

Finalmente, consideró que la danza no está en riesgo de extinción física, pero si en esencia, por lo que exhortó a continuar danzando para atraer la atención de más personas, causando tal impacto que decidan integrarse a las agrupaciones.