De confiar en cifras presumiblemente avaladas por la Secretaría de Salud que ¿encabeza? el inexistente Jorge Alcocer Varela sobre el futuro de la vacunación de mexicanos mayores de 18 años en contra de covid-19, tal proceso deberá tomar algo así como 576 días o, si prefiere, un año y siete meses aproximadamente, lo que mantendría abierto el mismo ¡hasta marzo o abril de 2022!, en el mejor de los casos.

Y esto porque, tras confirmar la aplicación de 91,182,279 dosis de alguna de las seis presentaciones del fármaco recibidas por el país entre el cierre de diciembre último y la fecha —106,367,715 de unidades—, el gobierno afirmó igualmente que al viernes, 38 millones 782,067 connacionales habían recibido ya una inoculación total, con dos o una sola dosis según corresponda, algo más del 45.55% de la población susceptible de ser vacunada, estimada en 85,124,453 de mexicanos.

Hablamos, para ponerlo en perspectiva, de la necesidad de garantizar la aplicación de algo así como 348,023 vacunas promedio cada 24 horas entre hoy y el cierre del ciclo mencionado, lo que, según la previsión oficial, exigirá mantener y eventualmente ampliar el esfuerzo que en este campo realiza la administración federal que, vale recordar, sigue renuente a aceptar que estados y/o el sector privado se sumen al mismo si, como se asegura, desea concluir el mismo a la brevedad…

Bien lejos, entonces, es que estamos del cierre de la pandemia —del “aplanado de la curva” de contagios y/o muertos o, para decirlo en palabras de un clásico, de “domar al bicho…”— puesto que, al optimista panorama definido por la autoridad habría que agregar la cada vez más evidente y cuantiosa existencia de mexicanos decididos —absurdamente desde nuestro particular punto de vista— a no someterse al proceso de inoculación o los reiterados gestos de “buena voluntad” que con otras naciones ha mostrado el gobierno que, este 11, aseguraba contar con una reserva de algo más de 15 millones de dosis.

Casi medio año más, entonces, en que autoridades y ciudadanía deberemos mantener el esfuerzo de prevención y durante los cuales si algo resulta excesivo e imprudente, es la proclama de éxitos aún antes de que estos puedan ser confirmados por la realidad… esa terca realidad que más de una vez ha puesto en evidencia al payasito Hugo López-Gatell y los suyos.

ASTERISCOS

* Ahora sí que a su más puro estilo —vía la entrega o promesa de futuros beneficio$$$, pues—, el lopezobradorismo elevó a 202 las curules propias en San Lázaro, desde las 198 ganadas en julio, merced a la “desinteresada” suma de Armando Gómez, Alfredo Porras, Olga J. Elizondo y Claudia Hernández, provenientes de las comparsas del PT y Verde. ¡Tan democráticos ellos..!

* Suena a mofa contra el impresentable exgobernador de Chihuahua, el aún panista Javier Corral Jurado, a quien alguno de sus más afines veía en Madrid, al frente de la embajada de México en España, pero no lo es… sólo que como oficializó la SRE, el cargo fue otorgado ya a su par sinaloense Quirino Ordaz, “en reconocimiento a sus servicios” diría alguno…

Veámonos aquí mañana, con otro asunto De naturaleza política.

Columna de Enrique Aranda
 

Foto: Archivoe

cdch