Uno de los padres de los tres jóvenes que fueron ultimados a balazos en Chignahuapan refirió que estaban desaparecidos desde el pasado fin de semana. Las autoridades, hasta el momento, ignoran el móvil del triple homicidio.

De manera oficial, la Procuraduría General de Justicia informó que por el hecho, la agencia del ministerio público en aquella región inició la carpeta de investigación 46/2015, tras el levantamiento de los cuerpos de Gerardo Aguilar Herrera (18); Anselmo Cortés Hernández (20); y de Ana Karen González Guerra (19).

El padre de Gerardo Aguilar declaró que la última vez que vio a su hijo con vida, fue el domingo 1 de febrero, cuando salió de su domicilio en la cabecera municipal, pero no le dijo a dónde o con quiénes iba.

Se sabe que los familiares de los otros occisos coincidieron al mencionar que también ignoraban su paradero desde el 1 de febrero, hasta el martes, que les avisaron que los encontraron a todos muertos.

Los cuerpos estaban en la batea de una camioneta Nissan color guinda, con placas SJ 007-34 del estado de Puebla, la cual quedó abandonada en el lindero de Ocojala, perteneciente a la población de Pueblo Nuevo.

Se confirmó que los cadáveres presentaron heridas de proyectil de arma de fuego, aunque no se ha determinado de qué calibre.