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Los políticos y funcionarios ligados a la mafia rumana
El pasado sábado 30 de enero un grupo de 18 rumanos tocó tierra mexicana al aterrizar en Cancún para, supuestamente, vacacionar unos días. Pero al toparse con el filtro de migración fueron retenidos y se les negó la entrada al país. Lo mismo ocurrió con otras familias del mismo origen los siguientes días hasta sumar más de cien rumanos en espera de ser trasladados de regreso a su país.
Las autoridades diplomáticas rumanas hicieron contacto con las mexicanas y finalmente a todos les permitieron entrar y quedarse en ese destino.
¿Por qué hay un “boom” turístico de rumanos hacia México?
La anécdota va mas allá y por supuesto está relacionada al reciente anuncio de la Unidad de Inteligencia Financiera a cargo de Santiago Nieto sobre el congelamiento de al menos 79 cuentas bancarias de personas de origen rumano y mexicano, ligadas a una mafia que se dedica a clonar tarjetas por todo el mundo, y cuya base estaría en Cancún.
La acción que llevó a cabo el gobierno mexicano se realizó en coordinación con el Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI) tras detectar operaciones por 463 millones de pesos; transferencias internacionales por más de 483 millones, emisión de cheques y miles de transferencias interbancarias por 4 mil 643 millones de pesos.
Desde hace años, el país norteamericano investiga a rumanos que tienen antecedentes criminales en su lugar de origen y en Italia, y cuya presencia y poderío ha crecido de manera acelerada en México. En el ámbito local, el ex secretario de Seguridad Pública Alberto Capella es el personaje más visible en la indagación y documentación de la operación de la mafia, al grado su líder y el ex funcionario policiaco protagonizaron confrontaciones incluso en redes sociales.
Servidores públicos locales, políticos y empresarios estarían ligados a la mafia rumana liderada por Florian Tudor, quien en los últimos años se ha hecho pasar por un próspero empresario de la industria de bienes raíces y turismo, desde que se asentó en Cancún, hace menos de una década.
En realidad, según las investigaciones, tiene en su estructura a socios que abren y cierran negocios, lavan dinero comprando y construyendo hoteles, y extorsionan de manera violenta a ejidatarios de la Riviera Maya para obligarles a vender sus terrenos a precios mínimos.
Por medio de la empresa Top Life Servicios S.A. de C.V. el grupo renta cajeros automáticos en los que introduce un software para clonar las tarjetas de los turistas y después retirar dinero. Según una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, en total han sido saqueados unos mil 200 millones de dólares de cajeros dispuestos en lugares como Cancún, Tijuana, Puerto Vallarta, Ciudad de México, Los Cabos y algunas ciudades del estado de México.
La mafia rumana no sólo se dedica a clonar y robar dinero. Fuentes relacionadas a la investigación de inteligencia aseguran que habría estrechado lazos con el Cártel de Cancún liderado por “Doña Lety”, para apoyarse en sus sicarios al tener que cometer actos violentos para mantener el control de sus operaciones.
En una reunión en un sitio secreto de la Embajada de Estados Unidos en México, donde estuvieron unas diez personas de la UIF, FBI y del Centro Nacional de Inteligencia, se resaltó la protección que ha mantenido la organización criminal en nuestro país.
La banda delincuencial encontró, gracias a la disponibilidad de flujo que tiene, una manera sencilla de sobornar a políticos y funcionarios locales.
En los próximos días podrían darse a conocer más nombres de los involucrados en el congelamiento de las cuentas después del rastreo que realizó la UIF.
Fuentes cercanas a la investigación aseguran que entre ellos están dueños de medios de comunicación, diputados quintanarroenses, funcionarios locales y federales, ministerios públicos y algunos empresarios.
La aparente razón por el desproporcionado arribo de turistas rumanos a Quintana Roo en los últimos meses se debe a que este grupo necesita lavar más dinero y ocupar terrenos de los que se han hecho para que sean habitados pronto.
Las relaciones naturales en su país de origen con empresas que cautivan a inversionistas, familias y turistas hacia México podrían dar pie a este fenómeno.
Mientras los rumanos que ya lograron ingresar en estos días probablemente están visitando condominios en preventa, o vacacionando en el mar, el epicentro de la política y el poder local debería estar nervioso conforme avanzan las investigaciones del rastreo del dinero de esta mafia. Así como su líder, que hasta hace poco se dejaba ver en público y negaba cualquier actividad ilícita en su carrera.
Columna de Sandra Romandía
Milenio
Foto: Especial
cdch