La construcción del siglo XVIII, fue uno de los elementos históricos que se integró en el expediente con el que se logró la designación de Pueblo Mágico.
Los granaderos replegaron a las personas reunidas, entre quienes se encontraban mujeres con niños en brazos, y pese a que se solicitó el diálogo, los funcionarios se negaron inicialmente a tenerlo.