Consecuencias de la doble traición

Un manual para principiantes en el doble juego de la política para quedar mal con Dios y con el Diablo, ese, lo acaba de escribir el dirigente panista Mario Riestra.

Vamos por partes. Primero lo que ocasionó al interior del panismo nacional, al grado de mandarlo de vacaciones forzadas por berrinches y dos caras.

El escándalo provocado por la dirigencia del PAN con motivo de la aprobación de la ley ciberasedio ha dejado varias lecciones.

La dirigencia del PAN, léase Mario Riestra y Genoveva Huerta, dieron cátedra de cómo llevar a cabo un doble juego con tanta evidencia que lograron, en muy poco tiempo, quedar mal con todos, todas y todes.

A estas alturas es clarísimo que tuvieron un pacto con el Gobierno del Estado para obtener impunidad penal, a favor de sus cercanos, ofreciendo colaboración en el Congreso del Estado, y sumisión absoluta en los temas importantes de la política estatal.

Fue así que cedieron varios municipios en la elección extraordinaria, basta recordar el penoso caso de Chingnahuapan, donde el candidato panista del PRI renunció a la candidatura, días antes de la votación.

Expresó públicamente su apoyo a Morena, dejó al PRI vestido y alborotado y cerró con broche de oro el engaño al senador Néstor Camarillo, víctima de Mario y sus acuerdos con la 4T.

Después tuvimos el episodio vergonzoso, aquel en que la dirigencia del PAN publicó un lánguido comunicado suplicando al Gobierno disposición al diálogo, luego de que se había exigido a los Posada la donación “voluntaria” de dos hectáreas a cambio de no expropiarles cuatro en Lomas de Angelópolis.

Con ejemplos como estos se llegó a la aprobación de la ley Ciberasedio, en esa coyuntura, la dirigencia del PAN reconoció y aplaudió al Gobernador una gran cantidad de méritos por el hecho de haber convocado a foros de análisis después de haberse aprobado la ley.

A la par de su ridículo comunicado, esa misma dirigencia orquestó en lo oscurito una feroz campaña con numerosas granjas de bots, en redes sociales, para golpear al gobernador en el ámbito nacional.

Quedaron tan mal en el CEN del PAN que el dirigente nacional se vio obligado a expresar una postura pública enérgica, de oposición, que dejó en ridículo y encolerizaddo a Mario Riestra, quien se escondió dos días del coraje.

Jamás se había visto un ridículo semejante en el que un presidente de oposición quedara evidenciado de la forma tan burda pero certera con que el CEN exhibió a Mario.

Cuentan que la regañiza fue tan dura que en el edificio del CDE del PAN se sigue escuchando el eco de los gritos que Jorge Romero daba a Mario y Genoveva a través del altavoz del teléfono.

Mario fue enviado de vacaciones forzosas, a pasar una temporada a España.

Eso no fue lo peor.

Mañana toca hablar de ¿Dios o el Diablo?

Bueno, el orden de los factores no altera el resultado.

 

clh