Colegio de Bachilleres se queda sin autoridad y renuncian cuatro directores

En el Colegio de Bachilleres de Puebla (Cobaep) se ha generado un vacío de autoridad en las dos últimas semanas, luego de la renuncia –o despido— de Arturo Rodríguez Ballinas como director general, lo que ha desatado una crisis que se traduce en tres aspectos desastrosos: se carece de los insumos básicos para laborar en las áreas administrativas, se desató un acoso laboral contra varias trabajadoras de la institución y cuatro jefes de departamentos renunciaron porque no hay orden adentro del Cobaep.

Resumiendo: hay una crisis en la que nadie sabe a ciencia cierta quién dirige a la principal institución de educación media superior del estado de Puebla.

Todo empezó en diciembre de 2021, cuando Arturo Rodríguez Ballinas llegó como encargado de despacho de la Dirección General del Cobaep. Este hombre es un abogado que carecía de experiencia académica y de conocimiento de la institución. Los 10 meses en que estuvo en el puesto, creó un ambiente de falta de planeación y de orden.

El pasado 26 de octubre Rodríguez Ballinas de manera súbita renunció o la despidieron del cargo luego de que, un par de días antes, Melitón Lozano Pérez dejó la titularidad de la Secretaría de Educación Pública del estado, pese a que entre ambos no había una relación estrecha.

Al medio día ese miércoles 26 de octubre, al personal administrativos de las oficinas centrales del Cobaep les dieron la orden de escanear todos los documentos que se habían generado a lo largo del presente año, incluidas facturas y fotografías. Incluso se suspendieron los horarios de comidas y se amplió la hora de salida, para que les diera tiempo a lo largo de cuatro días agrupar la información en cuestión.

Todo se guardó en discos duros de los que se ignora en manos de quien quedaron, pues la orden la dio Rodríguez Ballinas y fue secundada por Dzoara Lisbeth Corona Rojas, la directora Académica, que también llegó al puesto en diciembre pasado.

A partir de ese día, se desataron los tres conflictos antes señalados y ocurrieron de la siguiente manera:

Primero: como si en lugar de ocurrir el despido del director general del colegio hubiera pasado un huracán sobre las oficinas del Cobaep, desde hace dos semanas no hay cartuchos de toner para las impresoras, hojas de papel bond, agua purificada, papel higiénico, insumos de limpieza y dejaron de funcionar muchas computadoras. Como si alguien hubiera saqueado la institución.

Segundo: tres funcionarias que eran, o siguen siendo, del equipo de Arturo Rodríguez Ballinas sobrevivieron a los cambios y formaron un frente, que lejos de buscar estabilizar y armonizar el trabajo en el Cobaep, generaron una “lista negra” de integrantes de la institución contra quienes se ha desatado un trato de hostigamiento laboral.

Curiosamente todos los nombres en la llamada “lista negra” son mujeres, como si hubiera un ambiente de odio de género.

Esas tres mujeres son: Dzoara Lisbeth Corona Rojas, quien quedó en lugar de Arturo Rodríguez Ballinas, junto con Marcela Limón, quien es la subdirectora de Asuntos Académicos y Angelina Balbuena, quien es subdirectora de Planeación Académica.

Tercero: ante el desorden que se ha generado, varios jefes de departamento han optado por renunciar.

Entre los que se han ido se encuentra María de la Luz Guarneros García, quien era la encargada de Recursos Materiales y su ausencia ha agudizado la carestía de insumos.

Eva Saraí Vázquez Gómez, quien era la jefa de Recurso Humanos, un área que es prioritaria pues se acerca el fin del semestre y desde ahora, se tiene que hacer la planeación de la contratación de maestros que van a laborar en la primera mitad de 2023.

José Rodolfo Morales Merlo, quien era director de Investigación Docente del colegio.

Una pregunta que muchos se hacen es: ¿Quién va a dirigir el Colegio de Bachilleres en este fin de año y la proximidad del siguiente curso escolar?

Dzoara Lisbeth Corona Rojas era el brazo derecho de Arturo Rodríguez Ballinas y al mismo tiempo, en los últimos meses, fue la autora de graves abusos cometidos en la institución.

Como fue lo que se narró hace unas semanas en esta columna: los maestros que se ausentan por incapacidad médica, algún permiso u fallecimiento, son sustituidos por alumnos pasantes de las universidades que tienen convenio para que sus estudiantes hagan servicio social en el Cobaep.

Es decir, se dejó de contratar a docentes auxiliares para que su lugar lo ocupen muchachos sin ninguna experiencia laboral y sin que medien criterios de selección académica.

Corona Rojas la primera semana en que se fue Rodríguez Ballinas no ocultaba el miedo de que ella seguía en la lista de despedidos.

En la segunda semana cambió su conducta y ahora dice que tiene la autorización directa de Casa Aguayo para ser la directora general del Colegio de Bachilleres, lo que ha provocado un fuerte malestar en la planta docente de la institución por ser una funcionaria que ha generado un clima de inestabilidad laboral en la institución.

Urge que el gobierno del estado intervenga y genera la estabilidad que se merece el Cobaep que, en sus 40 años de vida, ha sido ejemplo de formación en el nivel de la educación media superior.