Acatlán, Pue.- Una de las autoridades que ha generado el mayor malestar en este periodo de cuarentena por el Covid19, es la morenista María del Carmen Nava Martínez, quien es edil de Acatlán de Osorio y en plena contingencia, se ausentó mucho tiempo de su cargo para supuestamente ir a visitar a su pareja sentimental a Estados Unidos.

Por lo menos eso es lo que cuentan sus detractores y hasta algunos de sus familiares. Su prima Antonia Muñoz es quien ha informado que el viaje de la presidente municipal fue para reunirse con su supuesta pareja sentimental.

Lo que más ha lastimado a algunos sectores de la opinión pública de la Mixteca poblana, es que pese a todas las dificultades, María del Carmen Nava todavía pudo viajar a Estados Unidos y estando en ese país vecino, únicamente se dedicó a atender asuntos de su vida privada y no aprovechó para ponerse en contacto con las comunidades migrantes de poblanos que se encuentran en la unión americana y están sufriendo contagios de Covid–19; falta de empleo y de alimentos; carencia de atención médica y de un creciente miedo de ser deportados por la feroz y discriminatoria política migratoria del presidente Donald Trump.

Durante la ausencia de la edil se generaron algunas crisis en el municipio:

Una de ellas fue un fuerte incendio del centro de confinamiento de desechos de Acatlán de Osorio, que no se pudo sofocar de inmediato y causó un fuerte problema de contaminación.

Y la segunda, es que por el fenómeno migratorio, la región de Acatlán de Osorio se ha vivido un miedo generalizado de contagios.

Por esa razón, al margen de la autoridad municipal, en varias comunidades de esa zona del estado los vecinos se organizaron para establecer retenes y sus propios filtros de seguridad.

Esa situación generó severos conflictos, pues por un lado había ciudadanos con la idea de que se debía frenar el paso a toda persona que no fuera vecino de la zona, y por otro, había mucha gente afectada en su derecho de tránsito. Y frente a todo este esquema, había la ausencia de la autoridad municipal.

Las polémicas de María del Carmen Nava Martínez iniciaron desde que, su familia abandonó su larga y arraigada militancia en el PRI, para pasarse a las filas de Morena.

El padre de la actual edil es Guillermo Martínez Rodríguez, quien apenas hace unos años fue presidente municipal de Acatlán de Osorio, pero bajo las siglas del PRI.

El problema no es su anterior militancia partidista, sino que durante el mandato de Guillermo Martínez el municipio de Acatlán de Osorio se convirtió en refugio, centro de operaciones y de inversiones del grupo “Los Rojos”, una banda criminal de Guerrero y que es el brazo armado del cártel de los hermanos Beltrán Leyva.

Para nadie era un secreto que en ese municipio vivía con absoluta libertad, con muchas comodidades, que incluía no ser molestado por la policía municipal, un personaje llamado Alejandro Herrera Estrada, que tenía el apodo de “El Chino”.

En el año 2016, durante el morenovallismo, un fuerte operativo de la Marina detuvo a “El Chino”, acusado de ser el líder de la banda de “Los Rojos”.

Lo curioso es que el supuesto líder criminal no cayó por alguna de sus actividades ilícitas en la zona de Acatlán de Osorio o en el estado de Guerrero, sino porque al parecer su banda se robó unos caballos de la destilería Pedro Domecq, empresa con mucho poder económico para presionar a las autoridades en la recuperación de sus equinos.

Columna Cuitlatlán de Fermín Alejandro García/La Jornada de Oriente

Este lunes 18 de mayo por la noche, la presidenta municipal envió el siguiente escrito con las siguientes precisiones.

Fotografía Especial

clh