El camión transportaba ocho contenedores blancos de plástico, con capacidad de mil litros cada uno, seis de los cuales se encontraban llenos con el hidrocarburo.
La dueña de la casa llamó a la policía y acudieron a detenerlo. Sin embargo al llegar a la Comandancia fue golpeado, a tal grado que Francisco H, conmocionó y quedó tirado inconsciente en el piso.