Si científicos, académicos e investigadores son tratados como criminales peligrosos y encerrados en un penal de alta seguridad en lo que se determina su probable responsabilidad en acusaciones delirantes, nadie estaría a salvo de la revancha represiva del régimen
La directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla, que ya antes quitó becas y apoyos, negó ayer que persiguiera a alguien, y sostuvo que no había acusado a ningún investigador.
La controvertida directora del Conacyt respondió “no sé de qué me hablas” a reporteros que la interrogaban sobre la denuncia que presentó en contra de los citados académicos.
El jurista tuvo 91 votos a favor por nueve de Bernardo Batiz y 0 de Verónica de Gyvés, quienes también estaban en la terna final aprobada por el presidente López Obrador.