Las autoridades estadunidenses aseguran que la vida de este sujeto es solo una fachada para cubrir su verdadero negocio: reclutar mujeres para el CJNG.
Un hombre tomó un palo y comenzó a golpearlo, mientras la multitud gritaba: “Dale, dale, dale, no pierdas el tino porque si lo pierdes, pierdes el camino.