El Club de los 27: la cifra exacta para la inmortalidad
"Es mejor arder intensamente que apagarse lentamente" —Kurt Cobain, la parafraseó en su carta de despedida.
Morir a los 27 años no es una ley escrita… pero en la cultura pop parece una maldición. El llamado Club de los 27 reúne a varias de las figuras más influyentes y brillantes del rock, el blues y el soul que, en la cúspide de su fama y talento, murieron prematuramente, con apenas 27 años.
Pero ¿es realmente una coincidencia? ¿O hay algo en la industria, en el arte… en el alma de los genios que los empuja a ese abismo?
Los miembros eternos del club
Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison, Brian Jones, Kurt Cobain y Amy Winehouse son algunos de los nombres más conocidos. Murieron entre los 60 y el 2010… pero con una inquietante coincidencia: todos tenían 27 años.
Algunos, con apenas semanas o meses de diferencia. Por ejemplo:
- Brian Jones murió el 3 de julio de 1969.
- Jimi Hendrix, el 18 de septiembre de 1970.
- Janis Joplin, el 4 de octubre de 1970.
- Jim Morrison, el 3 de julio de 1971.
¿Casualidad? Tal vez. Pero también podría ser el resultado de presiones profundas, fama desbordada, adicciones y una sensibilidad extrema que parece compartir este grupo de brillantes artistas.
Un estudio publicado en la revista BMJ (British Medical Journal) en 2011 analizó la longevidad de músicos famosos y confirmó que el riesgo de muerte prematura es significativamente mayor entre artistas populares, particularmente durante los años posteriores a alcanzar la fama.
Canciones como epitafios
Cada uno de estos íconos dejó pistas de su estado emocional en sus letras:
- Amy Winehouse cantaba: “They tried to make me go to rehab, I said no, no, no…”
- Kurt Cobain, en "All Apologies", murmuraba: “I wish I was like you, easily amused…”
- Jim Morrison escribió: “Death makes angels of us all and gives us wings where we had shoulders smooth as ravens' claws.”
No hay un pacto oficial ni una teoría conspirativa que lo explique del todo. Pero los expertos coinciden en algo: el entorno artístico, especialmente en la música, puede ser devastador si no se tienen redes de apoyo emocional y psicológico. Y eso puede ser fatal.
Es irónico. Justo cuando empiezan a entender quiénes son, el mundo los pierde. Como si la intensidad de su fuego interior fuera demasiado para durar más.
Vivieron rápido, amaron intensamente, crearon himnos eternos… y partieron antes de tiempo. Quizá eso explique por qué seguimos hablando de ellos: porque quedaron congelados en la perfección de su juventud, sin caer nunca de ese pedestal mítico que la vejez, la decadencia o los errores públicos podrían haber manchado.
Más que un club, es un espejo: nos recuerda que el talento no es sinónimo de estabilidad, que el éxito no garantiza la felicidad, y que la fama puede ser tan brillante como letal.
El Club de los 27 no es solo una lista de muertos ilustres. Es una advertencia: detrás de la música, las luces y los aplausos… hay seres humanos que a veces solo querían ser escuchados.
“Only the good die young” —Billy Joel
X: @delyramrez
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Periodista. Se ha desempeñado en los medios informativos durante 25 años, así como en la función pública de Puebla y Oaxaca, además de la academia. Es guionista, productora y conductora de radio, asimismo, ha incursionado en la producción de noticias de TV, es content manager, community manager y escritora.