Elecciones2024: La presunta defensa ciudadana

Corría el año de 2012, la escritora Guadalupe Loaeza se había comunicado por teléfono con un poblano que en ese entonces formaba parte del consejo de administración de un banco cuyas oficinas corporativas se encuentran aún en Torre Carso en la Ciudad de México. 

El banquero aquel reprochó con sutileza, pero con determinación la publicación en el periódico Reforma un artículo con más elogios que razones sobre el desempeño del dictador en el que se convirtió Rafael Moreno Valle, gobernador entre 2010 y 2017 para luego heredar el mandato.

No había objetividad en el texto publicado en el influyente periódico, sino un panfleto que devino panegírico para quien en el estado había perseguido sin pudor a empresarios, líderes políticos, sociales, periodistas… y banqueros.

El autor de la Parabólica fue testigo en primera persona del penoso episodio en el que se vio envuelta la autora de obras tan ingeniosas como Las niñas bien (Edit. Oceano, 1987) o Compro, luego existo (Edit. Oceano, 1997), sobre todo porque el mecenas aquel se había mostrado ofendido.

Con ese ropaje de desprestigio Loeza fue anunciada como participante en el foro “El México que anhelamos” en la zona de Angelópolis, detrás del cual existen agrupaciones de la supuesta sociedad civil que por años recibieron dinero público de presupuestos estatales y federal. 

En ese foro participó un conjunto de personajes bastante conocidos: la ex candidata presidencial Josefina Vázquez Mota; el senador panista Damián Zepeda; y el ex presidente del Instituto Federal Electoral, Luis Carlos Ugalde, cuya presencia recuerda siempre el traumático proceso electoral de 2006 y las secuelas delirantes por la percepción de la existencia de la trampa que abrió las puertas de la Presidencia de México a Felipe Calderón.

No es extraño que quien ha vivido del financiamiento inmoral como la señora Loaeza o del erario como el resto de los panelistas, se junten para estimular el voto de castigo para el partido del gobierno y las torpezas cometidas al amparo de la llamada transformación de México.

Tampoco resulta extraño que agrupaciones identificadas con la derecha radical como la Confederación Patronal de la República Mexicana, el Frente Cívico Nacional o #MéxicoUnido propicien este tipo de foros en los que se suele alentar la artificiosa narrativa de la existencia del riesgo para la democracia o las libertades ciudadanas si el partido en el poder ratifica su presencia por un periodo sexenal más, con Claudia Sheinbaum Pardo.

Y menos sorprende que entre los patrocinadores de ese conjunto de personalidades identificadas por su conservadurismo existan organizaciones que tiran la piedra, y esconden la mano. En tiempo de definiciones, faltar a la inteligencia de una sociedad verdaderamente informada resulta doblemente insultante.

Es el caso de la Universidad Popular del Estado de Puebla de la que han egresado profesionistas notables… Y la mayoría de la clase política que participa en el Partido Acción Nacional, escondiera su actuación pública, patrocinadora del evento que congregó a los panelistas y luego decidió borrar su nombre en la conferencia de prensa del día siguiente en que se convocó a la llanada Marea Rosa, el último intento por influir en el ánimo ciudadano antes del tercer debate presidencial.