Como en las mejores piezas el teatro del absurdo, transcurren las horas tras la revelación de un supuesto audio en el que Eukid Castañón habla como seminarista de lo oculto sobre el papel que juega para las candidaturas de Alejandro Armenta y Pepe Chedraui, candidatos de Morena al gobierno de Puebla y municipal respectivamente.
Si el soliloquio mostrado a través de la plataforma digital Latinus, financiada con dinero de la familia Madrazo, es verídica, Castañón habrá perdido el toque; dicho de otra forma, de cazador, resultó ser la presa.
Con la fama acumulada tras comandar grupos de espionaje en nidos estratégicos, resultó grabado para mostrar el bluf característico en la estrategia electoral y lo que parece aún mas extraño, el desdoblamiento de personalidad en la arena política: Morena no, Armenta y Chedraui, si.
El autor de la tristemente célebre frase del “valle de las calacas” para amedrentar a víctimas de extorsión, debe vivir una realidad paralela: la postverdad.
Asegura existe aún una estructura nacional orgánica que operó para Rafael Moreno Valle. Se debe asumir, se refiera al periodo en el que siendo gobernador de Puebla utilizó recursos del erario para promoverse como precandidato presidencial.
Con la chequera todo, sin la chequera nada, es una máxima en la creación de las llamadas estructuras con fines de promoción electoral, pero Castañón asume que quienes recibieron dinero o en especie por los favores, esperan pacientes y silentes, en las sombras la reconstrucción de un grupo político que se desvaneció con la caída del helicóptero el 24 de diciembre de 2018 y la pérdida de su líder y su esposa, Martha Erika Alonso.
En la otra trinchera, en el Partido Acción Nacional en el que fue ostensible orquestador de campañas, el candidato a gobernador Eduardo Rivera que también tutelan el PRI y PRD se llaman a indignación.
¿A cuál Lalo Rivera se le debe creer?
En 2010 fue candidato a presidente municipal con el PAN, en una dupla con el difunto Rafael Moreno Valle y lo fue en 2018, con la sombra perniciosa de castañón pero prefirió quedarse callado.
Se trata, en todo caso, de un patrón de conducta que lo viste como un político para ajustarse a la circunstancia, aún y cuando el estiércol a su alrededor, hieda y ofenda; que lastime y humille.
Muy parecido al silencio que guardó cuando en su última estancia en el palacio municipal, protegió a una cofradía de machos, acosadores y violentadores para los que no hubo sino simulación hasta que las víctimas levantaron la voz para señalar a los depredadores y desenmascarar el doble lenguaje del abanderado.
Aunque es impreciso saber qué tipo de delitos están dispuestos a denunciar en la campaña de Rivera Pérez, fue la viuda del ex gobernador Miguel Barbosa, Rosario Orozco quien puso el dedo en la llaga: estamos ante la violación de medidas cautelares del cazador cazado, si es que el encuentro se celebró en el que aseguran ocurrió.
No se debe olvidar, el juez concedió prisión domiciliaria pero no perdón y olvido. Los procesos penales por extorsión, enriquecimiento, falsedad y operaciones con recursos de procedencia ilícita están abiertos.
La toxicidad del aliado y cómplice de los Moreno Valle y sedicente operador de Armenta y Chedraui alcanza para todos en la arenas electoral en curso, nadie está a salvo, aún y cuando no haya sido conocido el trabajo de un perito que valide el audio que imprimió una nueva dinámica en las campañas en Puebla.
La función ha comenzado.
@FerMaldonadoMX