Gustavo Vargas Cabrera, el rival a vencer en la elección para edil de Huauchinango
Gustavo Vargas Cabrera está de regreso como el principal aspirante de Morena para ser el candidato a la alcaldía de Huauchinango y al mismo tiempo, se perfila a ser el rival a vencer en la elección de 2024, en mucho porque logró un buen nivel de popularidad como el primer edil de la 4T en esta región de la Sierra Norte y porque se ha convertido en un contrapeso del actual presidente municipal, Rogelio López Angulo.
Vargas Cabrera gobernó Huauchinango entre los años 2018 y 2021, siendo el primer edil de Morena y el alcalde que rompió con el bipartidismo del PRI y el PAN que había dominado los últimos años.
Hace dos años no se pudo reelegir, pese a estar en el primer lugar de las encuestas, como consecuencia del desaseo que Carlos Alberto Evangelista Aniceto –en su calidad de dirigente morenista—le imprimió a un número importante de candidaturas de Morena a alcaldes, al postularse a personajes impopulares, en unos casos, y en otros, a políticos “impresentables”.
En Huauchinango se cometió el absurdo, la desfachatez, de negarle a Gustavo Vargas la postulación y otorgársela a Liliana Luna Aguirre, una mujer que no es oriunda del municipio y era parte del grupo político de la finada exgobernadora panista Marta Érika Alonso Hidalgo.
La postulación de Luna Aguirre, quien fue diputada local morenovallista, provocó una oleada de sufragios de rechazo a Morena de miles de ciudadanos simpatizantes del movimiento obradorista. Es decir, dentro de la 4T hubo “voto de castigo”.
Eso dio pauta a que en los pasados comicios, de manera sorpresiva, lograra ganar la presidencia municipal Rogelio López Angulo, un exalcalde priista que en 2021 se presentó como abanderado del Partido Nueva Alianza.
Ambos políticos tienen una vieja rencilla desde hace varios años, producto de que el empresario Vargas Cabrera logró –por la vía judicial—recuperar un enorme predio que, es propiedad de su familia, y que parientes de López Angulo querían quedárselo mediante la promoción de juicios de usucapión.
Más allá de los temas personales, inevitablemente se ha generado en la opinión pública de este municipio una constante e inevitable comparación entre los gobiernos de ambos personajes.
Y aunque le tocó la parte crítica de la crisis sanitaria del Covid-19, logró hacer un número importante de obras públicas, privilegiando las juntas auxiliares y la remodelación del Palacio Municipal, que sorprendentemente pese a la importancia de este municipio, resulta que no contaba con un salón de Cabildo.
Mientras que el sello distintivo de Rogelio López Angulo ha sido el desbordamiento de la ola delictiva. Así como constantes controversias por la obra pública.
No hace mucho una conocida farmacia, del centro de Huauchinango, ardió en llamas. Cuando llegaron los bomberos el siniestro ya no era controlable. Poco después se supo que la causa del desastre había sido la extorsión, es decir el llamado “cobro de piso”. El propietario como no pagó a los que supuestamente le vendían “protección” le acabaron quemando su local.
Ese tipo de hechos se han vuelto frecuentes. Se sabe que en el municipio opera una banda de colombianos, de las mafias llamadas “ préstamos gota a gota”, que se dedican a extorsionar o cobrar deudas de forma violenta y con la protección policiaca.
La percepción popular que domina es que el alcalde López Angulo solo “se queda cruzado de brazos” ante el aumento de la delincuencia organizada en esta región, que se manifiesta con bandas de narcomenudeo, robo de gasolina y grupos dedicados a extorsionar.
El punto de confrontación directa entre Vargas y López, entre el ex alcalde y el actual edil, ha sido en torno al proyecto de modernización del mercado municipal de Huauchinango.
Es la obra más importante del gobierno de Rogelio López Angulo, que implica una inversión de más de 100 millones de pesos, la participación de la Secretaría de Infraestructura del Poder Ejecutivo Estatal y la demolición del inmueble, para construir un nuevo edificio.
La obra pareciera de mucho impacto en la opinión pública, pero no para cientos de comerciantes del mercado, que han cuestionado la falta de estacionamiento en el proyecto del ayuntamiento y sobre todo, que han sido excluidos, ya que el diseñado del nuevo centro de abasto únicamente está destinado para los que pueden pagar fuertes de suma de dinero por los espacios de venta.
Lo que deja sin actividad laboral a muchas familias que dependen de vender frutas, verduras, ollas de barro, artesanías y comida típica.
Los inconformes han encontrado en Gustavo Vargas un respaldo para denunciar y exponer los abusos del gobierno local con el tema del mercado.
En represalia, el ayuntamiento mandó a clausurar el restaurante de un de los hoteles céntricos de Huauchinango, que es de la familia de Gustavo Vargas. Una intervención que ameritaba la presencia de un puñado de inspectores de la Dirección de Ordenamiento Comercial y en su lugar, llegó una veintena de agentes de la Policía Municipal, situación que convirtió ese acto en una actitud intimidatoria, de revancha política.
El asunto del mercado, hace unos días, dio un vuelco de 180 grados, lo que significó un fuerte revés contra Rogelio López Angulo.
Por el tamaño de la obra y principalmente por el monto de inversión, el ayuntamiento de Huauchinango se vio obligado a licitar el proyecto de modernización del mercado municipal.
Una empresa se anotó, demostró tener experiencia, presentó los mejores costos y cumplió con los requisitos de ley, por lo que sin ningún reparo le adjudicaron el proyecto en cuestión.
Días después, ese fallo acabó siendo “un balde de agua helada” para Rogelio López Angulo, ya que el propietario de la empresa ganadora es propiedad del hijo de Gustavo Vargas Cabrera, su rival a vencer ante el intento de reelegirse.
clh

