Chedraui quiere ser candidato de la 4T sin ser obradorista

El empresario textil José Chedraui Budib, en los cinco meses que lleva de proselitismo, el principal escollo que ha enfrentado es que no convence a nadie de ser un político que abrace la identidad obradorista. Quiere ser candidato de Morena a alcalde de la capital, pero carece de una actitud crítica hacia el PRI y el PAN. Dice ser de la 4T y nunca enarbola alguna causa social. La imagen que ha dejado es que, si logra la postulación, sería resultado de su poder económico, del aparato propagandístico que uso y la popularidad de su apellido, que es similar al de una importante tienda de autoservicio. Pero no por haber convencido a las bases del movimiento lopezobradorista.

La única argumentación que ha podido esgrimir para acercarse a la 4T es mencionar que, en el año 2019, fui incluido en el Consejo Asesor Empresarial del presidente Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, los hechos constatan que mucho de los integrantes de ese órgano actúan en contra de los intereses del gobierno de la República o son duros críticos del mandatario federal.

En ese consejo se encuentra Ricardo Salinas Pliego, del Grupo Salinas, que abiertamente tiene una confrontación con la 4T porque no le condonaron impuestos.

Otro participante es Germán Larrea Mota Velasco, presidente del Grupo México, que ha tenido constantes choques con el Poder Ejecutivo federal por temas como la contaminación del río Sonora, el manejo de los ferrocarriles, el rescate de mineros que quedaron enterrados en Pasta de Conchos y recientemente, por el fallido intento de este empresario de comprar Citibanamex.

O también están, Emilio Azcárraga Jean y Olegario Vázquez Aldir que, junto con Ricardo Salinas, controlan Televisa, Grupo Imagen y Televisión Azteca, respectivamente, y aunque ellos en lo individual muestran actitudes de respeto hacia el presidente, sus empresas mediáticas ejercen una feroz crítica, con tonos clasistas e idea falaces, contra la 4T. Como fue el difundir que los libros de texto gratuitos propagan “el virus del comunismo” (sic).

El meollo del asunto es la mayoría de los empresarios que están en ese consejo –en su momento– fueron afables, leales, con los expresidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Se mostraron partidarios del PAN y del PRI cuando la situación lo ameritaba. Ahora hacen lo mismo con la 4T, como parte de una relación entre el poder político y el económico.

Ese es el modelo que está usando José Chedraui, quiere llegar al poder por la vía de la 4T –que es la única fuerza política que por ahora garantiza triunfos electorales–, pero sin romper con el PRI y el PAN. Y sin abrazar las ideas obradoristas

Chedraui fue el encargado del financiamiento privado de la campaña electoral –en 2012–del entonces candidato presidencial priista Enrique Peña Nieto, con quien nunca ha roto su relación. ¿O alguien lo ha escuchado denunciar la corrupción que permeó en el gobierno peñista?
Desde que en junio pasado Chedraui dijo que tenía interés de ser candidato de Morena, no ha sido capaz de hacer la más mínima critica al PRIAN. Lo que refleja es que no quiere romper sus relaciones con las fuerzas políticas rivales de la 4T.

Ejemplos: hace unos días, difundió un video para cuestionar la inseguridad pública en el municipio de Puebla. Es el mensaje más fuerte que ha pronunciado. Ahí narra que, al momento de grabar, habían pasado dos semanas críticas de matanzas y balaceras en la comunidad de San Miguel Canoa, el mercado Morelos, en el barrio de Xonacatepec, la región de Valsequillo y la junta auxiliar de San Jerónimo Caleras. Sin embargo, a la hora de hablar de responsables nunca menciona al alcalde de la ciudad, el panista Eduardo Rivera Pérez. Solamente se atreve a decir: ¿Dónde quedó la Secretaría de Seguridad Ciudadana? Eso es todo.

Una situación que contrasta con el discurso de quien se perfila a ser el candidato del PAN en la capital, Mario Riestra Piña, quien mantiene un constante y fuerte mensaje en contra de Morena, fuerza política a la que acusa de provocar una supuesta crisis institucional y un desorden en la seguridad pública en el país.

José Chedraui desde diciembre pasado dijo que quería ser candidato a edil de la cuidad de Pueble y hace 5 meses se decantó por Morena, al tiempo que empezó a hacer la promoción de su persona con programas de radio, giras de proselitismo y colocación de espectaculares. En todo este tiempo, nunca se le ha escuchado un deslinde o cuestionamiento no solamente en torno Peña Nieto, sino tampoco contra los ex gobernadores panistas Rafael Moreno Valle Rosas y Martha Erika Alonso Hidalgo, o el expresidente Felipe Calderón Hinojosa.

Los pobres argumentos que llega a mencionar el empresario textil –que apenas hace unos años atrás fue presidente del PRI en la capital— es: “Iniciemos la transformación de Puebla”, “vamos en unidad con los ideales de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador”, entre otras frases, que al final no dicen nada.

Hubiera sido diferente que el empresario asumiera que, en su momento, fue parte de la llamada “mafia del poder” que denunció López Obrador cuando era candidato presidencial. Y que ahora rompe sus ligas con ese pasado.

Que se pronunciar contra el rescate bancario, los abusos de las empresas mineras, la usura que ejerce la banca, la politización de la justicia y la corrupción que impuso el PRIAN.

O que condenara el fraude electoral de 2018; el endeudamiento y la persecución política que dejó Moreno Valle; y la corrupción que sembró en el país Genaro García Luna.

Nada de eso está presente en los discursos de Chedraui.

¿Y así quiere que lo acepten las bases obradoristas?

 

clh