Me siento alegre, dice Armenta para dar a entender que él va a ser el candidato a gobernador

Faltando ya unas pocas horas para haya “humo blanco” en la 4T, frente a unos 100 periodistas y con una copa de vino en la mano, Alejandro Armenta Mier compareció –este jueves– ante la prensa local y su equipo político. Dejó a un lado la solemnidad que le caracteriza e intentó mostrarse lo más relajado posible. Él mismo se auto describió en tres o cuatro ocasiones: “Me siento alegre, sereno… centrado”. Con ello, el legislador federal quiso mandar el mansaje entrelíneas de que ya sabe, o por lo menos eso parece, de que él va a ser ungido este viernes como el esperado candidato de Morena a la gubernatura del estado de Puebla.

Ya casi al despedirse lanzó una frase entre risas que algunos de los presentes interpretaron como otra “señal”, al mencionar: “les dejo un abrazo que ojalá dure seis años”.

Es muy significativo que este jueves, faltando menos de 24 horas para que Morena oficialice los resultados de las encuestas que servirán para seleccionar a los candidatos de 8 estados que renuevan sus gubernaturas, Armenta haya convocado a una comida –con un suculento menú de cocina mexicana— solo para mostrarse sonriente, seguro y que no ha perdido el buen humor. Ese fue el único propósito.

Llegó a la reunión 30 minutos atrasado. Entró a unos de los patios techados de Casa Reyna vestido de un traje azul marino, de la mano de su esposa Cecilia Arellano Pérez, saludando a cada asistente, posando para todos los que se quisieron tomar fotos con él. Cuando ya estuvo en la mesa central, antes de decir la primera frase, se hizo un largo silencio.

Muchos de sus operadores políticos suspiraban, esperaban que dijera algo así como: “¡Gané le encuesta!”. Eso no pasó.

Lo primero que dijo el senador de la República fue: “es una comida para agradecer”. Luego atajó: “No puedo hablar, por respeto al partido”, a Morena, que les pidió a los aspirantes no hacer declaraciones sobre el proceso interno destinado a elegir a los candidatos a gobernadores.

“No he violentado ningún acuerdo del partido”, enfatizó para aclarar que realizar esa comida no contravenía las reglas internas de Morena. Por eso les advirtió de tajo a los periodistas: “en esta ocasión, no habrá preguntas”.

¿Entonces cuál fue el propósito de la comida? La respuesta es sencilla: Armenta utilizó el recurso de hablar con el lenguaje corporal, de utilizar frases sin definiciones políticas, para acabar lanzando un sutil mensaje de que, si a estas alturas está alegre y tranquilo, es porque tiene la certeza de que va a ganar el proceso interno de Morena.

Uno de sus operadores políticos, un destacado expriista, comentó en voz baja a los comensales que tiene a su lado: “la única manera de que, de hoy a mañana, le quiten la candidatura Armenta es que apareciera en un video en donde está ahorcando a una persona. Ya no hay manera de que no gane mañana”.

¿Y si este viernes Armenta resulta no ser el candidato elegido por la 4T? Por lo menos deja una imagen de que tiene “pies de plomo” para soportar una derrota.

¿Qué va a ser de Morenacho?

A lo largo de este jueves fue creciendo la percepción de que Armenta sería el aspirante ganador del proceso interno de Morena y que el gran perdedor, sería su primo y rival político, Ignacio Mier Velazco.

Aunque todavía pueda haber sorpresas y que el resultado sea al revés, que gane Morenacho, tal como llaman al diputado federal Mier Velazco.

De lo único que se tiene certeza, es que el abanderado será algunos de los dos primos que han estado disputándose la candidatura los últimos 15 meses.

Frente a la idea de que el ganador sea Armenta, se abre un amplio abanico de preguntas sobre el futuro de Ignacio Mier, tales como las siguientes:

¿Mier va a aceptar “cruzado de brazos” una derrota tras haber estado, desde agosto de 2022, desplegando una campaña completa, como si ya fuera la contienda electoral por la gubernatura?

¿Van a tirar a la basura los más de 400 millones de pesos –según la contabilidad de la panista Ana Teresa Aranda—que se gastaron en la propaganda de los espectaculares de Morenacho?

¿Se van a aguantar los empresarios –como la familia Posada que es dueña de Lomas de Angelópolis—que financiaron las actividades proselitistas del coordinador de los diputados federales de Morena?

¿Nacho Mier se va a resignar a que le den una candidatura al Senado a cambio de levantarle la mano a Armenta?

La pregunta que a muchos intriga: ¿Ignacio Mier está dispuesto a tomarse la fotografía de la “unidad” con Armenta Mier?

¿No va hacer berrinche y se va a ir a la oposición?

¿Si pierde Mier, cuál va a ser el destino de sus operadores Enrique Doger, Fernando Manzanilla, Francisco Ramos, Luis Antonio Godina, que ya sentían que tenían el control del gobierno estatal en sus manos?

Este viernes, al filo de las 13 horas, se sabrá si hay unidad o división en Morena.

Si Armenta conserva la sonrisa que lució en la comida de este jueves.

Si Mier sigue en la 4T o vuelve a cambiar de partido, algo que se le da con facilidad.