3 morenovallistas están hundiendo a la edil de San Pedro Cholula
Por más esfuerzos que haga la alcaldesa de San Pedro Cholula, Paola Angon Silva, de querer mejorar su mala imagen pública, no podrá avanzar mucho mientras siga bajo la influencia de tres colaboradores que en el pasado fueron figuras –de nivel intermedio— en el morenovallismo y que ahora la han conducido al terreno de intolerancia con el ejercicio de la libertad de expresión y de tener una pésima relación con diferentes actores sociales y políticos del municipio, sin importar que algunos de ellos fueron sus aliados en el proceso electoral de 2021 que le permitió ganar el puesto de edil.
Paola Angon Silva se ha convertido en un factor de riesgo para el proyecto de Eduardo Rivera Pérez, el alcalde de la capital, de querer ganar la gubernatura del estado de Puebla en la contienda electoral del próximo año.
La edil cholulteca es fuente de escándalos que dañan la imagen del PAN en la entidad, no solamente por ser la presidenta de uno de los municipios de mayor atención mediática, sino por mantener una actitud autoritaria y enfrentar severos señalamientos de corrupción que sus críticos han denunciado permanentemente.
Ejemplo de lo anterior es lo que pasó a continuación:
Una solución viable para resolver la crisis que se desató por la represión que hubo en torno a su segundo informe de gobierno, el viernes anterior, era simplemente admitir que fue un exceso la detención del reportero Juan Carlos Cacho –quien fue sometido por agentes de la Policía Municipal solo por dar cobertura a dicho evento público— y ordenar una investigación para sancionar a los responsables.
En lugar de ello, la edil adoptó un comportamiento autoritario que raya en la ilegalidad al amenazar –este martes, en una rueda de prensa— que no permitirá marchas en San Pedro Cholula que no sean “respetuosas” y que no se sujeten a un actuar “con una sola línea, un solo fin”, que son concepto incomprensible, pero que advierten el uso de la fuerza pública contra quien proteste en la vía pública de esa ciudad.
Y por si fuera poco su director de Comunicación Social, Juan Carlos Oceguera, con un trato bravucón salió a enfrentar una protesta de reporteros frente al Palacio Municipal –también realizada este martes— por la detención ilegal del comunicador Juan Carlos Cacho, quien ha llevado su caso a la Comisión Nacional de Derecho Humanos.
Con esa clase de comportamientos, la edil panista le sigue “echando leña al fuego” y dañando el prestigio de su gobierno, que arrancó mal –en el año 2021— con el escándalo de la influencia que en ese entonces ejercía José Luis Carpinteyro Lazcano, quien desde el puesto de director del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado era quien tomaba las decisiones importantes del ayuntamiento cholulteca –sin tener facultades legales– en la aprobación de contratos, el otorgamiento de puestos de trabajo y el ejercicio del gasto público.
O por las acusaciones que hicieron regidores de su propio partido, el PAN, de gastos “inflados” en la contratación de servicios y la compra de insumos, sin contar que durante varios meses se negaron a aprobar los estados financieros del gobierno local al acusar que había graves inconsistencias.
Tres influencias negativas
Paola Angon surgió del grupo político morenovallista. La candidatura del PAN a alcalde de San Pedro Cholula la ganó por la relación de amistad que trabó cuando Martha Érika Alonso Hidalgo era secretaria general del Partido Acción Nacional. Desde el año 2018, la esposa del exmandatario Rafael Moreno Valle Rosas le prometió que la convertiría en edil de su municipio natal y así ocurrió.
Ahora Angon intenta emular el autoritarismo que caracterizó al ex gobernador Moreno Valle, pero sin tener el carácter del extinto político panista y las relaciones de complicidad que tejió –en el sexenio anterior– con la cúpula nacional del PRI que le permitían al exmandatario gozar de impunidad.
En esa línea de querer acercarse al modelo morenovallista, Angon tiene tres colaboradores que fueron parte de esa corriente política, y que poco o nada le ayudan a gobernar bien desde el ayuntamiento cholulteca.
Uno de ellos es Aldo de la Barreda, quien estuvo en áreas de comunicación social en el gobierno morenovallista. Este personaje fue cónyuge de la edil de San Pedro Cholula y sin estar en la nómina de ese municipio, actualmente estaría ejerciendo una función de consejero de la alcaldesa.
Se dice que Aldo de la Barreda es quien habría mal aconsejado a la edil a alejarse, en unos casos, y en otros a confrontarse, con actores de diferentes fuerzas políticas que la apoyaron hace un par de años a ganar el puesto de presidente municipal.
Ahora Angon sufre la orfandad política. Nadie sale a respaldarla o defenderla cuando enfrenta crisis en el ayuntamiento. Ni siquiera el PAN cierra filas con ella.
Otro actor que en nada contribuye a mejorar la maltrecha imagen de la presidenta municipal es el director de Comunicación Social, Juan Carlos Oceguera, quien era parte del equipo de trabajo de Marcelo García Almaguer, el operador de medios de comunicación de Rafael Moreno Valle.
El funcionario se ha convertido en un dique para que su jefa puede tener una relación cordial y de dialogo con diversos medios de comunicación.
Un tercer funcionario es Sergio Fernández, el director de Seguridad Pública, quien ha sido el artífice para que en los dos informes de gobierno que lleva Paola Angon hubiera una ola de represión contra actores sociales que disienten del actuar de la edil albiazul.
Fernández fue jefe de escoltas de Rafael Moreno Valle Rosas, el gobernador más autoritario de las últimas cinco décadas.
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