Se dice que hay un enojo real contra el exalcalde de la capital Enrique Doger Guerrero, que va más allá de las declaraciones de prensa, tanto en el ámbito del PRI poblano, como de la dirigencia nacional de esta fuerza política. Por tanto, se ha trazado como prioridad buscar la pronta expulsión de quien fuera el candidato del tricolor a gobernador de Puebla hace un lustro.
El fuerte malestar contra el también exrector de la Universidad Autónoma de Puebla se debe a que, en los últimos dos meses, se ha convertido en un importante promotor de deserciones de liderazgos regionales, militantes y agrupaciones adheridas al PRI.
Cuentan los enterados que Doger ha logrado importantes desprendimientos de núcleos priistas que ahora estarían ya incrustados en una parte del proyecto electoral de Morena.
La labor de Doger no es a favor de la 4T, sino únicamente de Ignacio Mier Velazco, el coordinador de los diputados federales morenistas, que está buscando ganarle al senador Alejandro Armenta Mier la candidatura de Morena al gobierno de Puebla.
Un comentario generalizado en el PRI es que Doger Guerrero estaba en la libertad de dirigir su activismo político hacia donde él decidiera, sin que eso tuviera una importante repercusión en este instituto político.
Lo que dicen en el tricolor “es que no se vale” que el exedil de la ciudad de Puebla se siga presentando como miembro del PRI, que ha tomado una actitud crítica contra el tricolor y sus dirigentes.
Es decir, se autodenomina como activista a favor del señor “Morenacho”, que es el apelativo de Mier Velazco, pero no se asume ni como miembro o simpatizante de la 4T, sino insiste que sigue activa su membresía en el PRI.
Incluso cuentan que Doger no oculta su falta de coincidencia con la forma de gobernar del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Para los miembros del Comité Directivo Estatal del PRI eso es poco o nada ético, que el exrector de la máxima casa de estudios del estado siga utilizando su identidad como líder del Partido Revolucionario Institucional, cuando en la practica dejo de pertenecer al tricolor al momento de iniciar su proselitismo a favor de “Morenacho”.
Enrique Doger había definido que solamente dejaría el PRI y ingresaría a la 4T si se logra que Ignacio Mier se convierta en el candidato de Morena a gobernador de la entidad poblana.
Por tanto, si en el PRI realmente quieren mostrar su enojo, su agravio, su coraje, contra Doger Guerrero, se tienen que aplicar y buscar su pronta expulsión, ya que quedan tres semanas para definir al candidato a gobernador de Morena.
El PRI se ha visto lento en este tema.
La primera vez que se habló de la posible expulsión de Doger fue el pasado 27 de abril.
El 12 de septiembre, hace menos de un mes, se informó que ahora si ya se tenía listo el expediente para iniciar con el proceso sancionatorio contra el exalcalde de la Angelópolis.
Y el caso es que no pasa nada.
No será que en el PRI albergan la esperanza de que no gane “Morenacho” la postulación de Morena y Enrique Doger regrese al tricolor como “el hijo pródigo”.
¿O ya lo expulsaron, sin que nadie se entere, incluido el agraviado? Gomo parte de una practica viciada del tricolor.
clh